domingo, 27 de diciembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 53

¡¡Feliz Año Nuevo, Feliz 2010!!

"...Hoy el porvenir se está nutriendo de la esperanza: esperanza concreta y tangible que se encarna en la vía venezolana hacia el socialismo", expresó el presidente Chávez en sus reflexión dominical

I

Navidad: tiempo de alegría, tiempo de esperanza. Decía ese gran pensador nuestro llamado Ludovico Silva: "No hay peor infierno que la falta de esperanza (...) Perder la esperanza es no tener futuro; el porvenir se nutre de ella".

Y vaya que ahora en Venezuela podemos decir, sin temor a exagerar, que estamos saliendo del infierno en el que nos habían sumido quienes tan mal uso hicieron del mandato de nuestro Pueblo durante cuarenta largos años.

Por el contrario, hoy el porvenir se está nutriendo de la esperanza: esperanza concreta y tangible que se encarna en la vía venezolana hacia el socialismo.

Buena nueva socialista, alumbramiento del porvenir, constituye la inauguración de la primera Arepera Socialista en esta semana: estamos dándole vida a una visión y a una práctica comercial que son radicalmente inéditas en Venezuela. Estamos haciendo realidad un principio socialista: los alimentos no son una mercancía; la satisfacción de las necesidades básicas -en este caso, la alimentación- no puede ser entendida como un negocio.

La nueva Corporación de Mercados Socialistas (COMERSO) es un eslabón fundamental del nuevo sistema de producción, distribución y consumo que estamos creando: el Pueblo va a contar con un conjunto de tiendas, con productos de calidad, a precios incomparables con respecto al mercado capitalista.

Nuestro propósito es quebrarle el espinazo a la especulación salvaje que ha estado reinando impunemente.

En el mismo orden de ideas, este miércoles adjudicamos los primeros automóviles de la filial automotriz de COMERSO. No solamente aplicamos el principio cristiano y socialista de a cada quien según su capacidad, para cada quien según su necesidad, sino que estamos haciéndoles justicia a los compatriotas que han sido victimas del fraude, o que hayan perdido el vehículo en accidente o robo.

II

Quiero tomar prestadas unas palabras del Che: "Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida".

Hago un llamado a todos y todas ustedes, compatriotas, para estar vigilantes en función de salvaguardar el propósito fundamental de nuestra Revolución Bolivariana: la mayor suma de felicidad posible para todos los venezolanos y venezolanas.

En este mismo sentido, tenemos fe que el recién creado Banco Bicentenario, contribuirá sobremanera para alcanzar el cambio de espíritu necesario para el logro de la emancipación que aspiramos.

Erradicar el uso de las armas melladas que el capitalismo ha inoculado desde tiempos inmemoriales, no es tarea fácil, lo reconozco. Es por ello que pido, a todos y a todas, un esfuerzo heroico para que comience el cambio de mentalidad en cada uno y cada una. He allí la primera y más grande liberación: la que obra por dentro de nosotros y nosotras.

III

Recordemos, una vez más, como en la voz de la Virgen María suena el más poderoso mensaje de liberación para los pobres de la tierra:

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide con las manos vacías.

Si la Madre de Dios ha sido capaz de pronunciar tales palabras, es porque el reino de su Hijo no puede ser otro que cada barrio, cada campo, cada lugar, donde todos los días ella sigue pariendo, amamantando y cargando con la esperanza humana.

María, es cada madre venezolana. Por todas y cada una de ellas, las dadoras de amor, nació la Misión Niño Jesús esta semana: para defender, contra todo peligro, el germen del hombre nuevo y la mujer nueva de la Patria Bonita.

IV

Estas son las últimas Líneas del año. Con esta última entrega, cerramos el 2009 y volveremos arrancando el 2010.

Este año que finaliza abre las puertas al epicentro temporal de la Era Bicentenaria. En el 2010 se inicia, como pensaba el Maestro Augusto Mijares, la conmemoración de nuestro primer ciclo de liberación republicana. Es el torrente histórico que hoy pervive en nuestra memoria como pueblo: nuestra herencia bolivariana. Herencia que hoy más que nunca necesita definición: hacerse cuerpo efectivo en nuestra práctica política. Se trata de merecernos esta herencia, como dice Luis Britto García.

No será un año fácil: los agentes de la reacción internacional preparan su guión para revertir el proceso emancipador que vive Nuestra América. Véase la amenaza imperial en ciernes contra Venezuela desde Colombia: la Colombia hermana convertida en el Israel de la América del Sur.

La dictadura militar hondureña continúa en el poder. La reacción, en todos nuestros países, cuenta ahora con un modelo de golpe de Estado para el siglo XXI: golpes con fachada legal que llevan el sello made in USA.

No hay que llamarse a engaños: se acabó la ilusión Obama y el descarado intervencionismo de la nueva administración gringa así lo demuestra. Preparémonos, entonces, para defender nuestra soberanía en todos los terrenos.

En materia ecológica, ha quedado clara la posición de los países industrializados, toda vez que relativizan y ponen en entredicho el funcionamiento de la ONU como organización mundial efectiva en función de la defensa del principio de igualdad entre las naciones. Quienes nos están colocando al borde de un ecocidio inimaginable, los causantes del cambio climático, deben ser obligados a asumir sus responsabilidades.

A lo interno, el 2010 va a estar marcado por las elecciones legislativas: su valor es trascendental para la continuidad y profundización socialista de la Revolución Bolivariana; va a ser, en síntesis, un gran momento de definición política.

El ejercicio de las 3R debe ser nuestra bandera de lucha y nuestra cartilla de dirección: se trata de lograr el destrabamiento burocrático y de avanzar en la solución inmediata y revolucionaria de los problemas más álgidos de la Nación.

La Asamblea Nacional está obligada a reimpulsarse cada día. La lucha abierta contra el burocratismo, la corrupción, la ineficiencia, la inseguridad, exige y exigirá mucho más de las diputadas y los diputados revolucionarios.

"El desarrollo moral del hombre es la primera intención del Legislador", dice nuestro Padre Libertador en su Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia el 25 de mayo de 1826. El desarrollo de la moral revolucionaria del hombre y la mujer, agregaríamos nosotros aquí y ahora.

Este 2010, pensando junto a José Martí, iremos hacia la raíz, profundizaremos al máximo la radicalización del proceso revolucionario: "A la raíz va el hombre verdadero.

Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quien no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres".

Mujer, hombre, joven, niña o niño, compatriota que me lees, te invito a terminar el año con el Padre Bolívar, cuando nos dejó, cual Fidel del Siglo XIX, aquella sabia reflexión con la cual colocó al tiempo del lado de nosotros, los revolucionarios y revolucionarias:

"Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas de sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser muy superiores a los pretéritos".

El tiempo, decía Marx, lo es todo: Es el sinónimo de la vida.

Se va un año, el 2009. Y llega el 2010, último de esta primera década del siglo XXI...

¡¡Feliz y venturoso año nuevo a toda la gran familia venezolana!!

¡¡En el 2010, también venceremos!!

Hugo Chávez Frías

domingo, 20 de diciembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 52

La Batalla de Copenhague

La XV Conferencia del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Dinamarca fue definida por el presidente Hugo Chávez como el comienzo de la batalla decisiva por la salvación del planeta en el terreno de las ideas y en el de la praxis

I
Copenhague fue el escenario de una batalla histórica en el marco de la XV Conferencia del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Mejor dicho: en la bella y nevada capital de Dinamarca, comenzó una batalla que no concluyó el viernes 18 de diciembre de 2009. Quiero reiterarlo: Copenhague fue apenas el comienzo de la batalla decisiva por la salvación del planeta. Batalla en el terreno de las ideas y en el de la praxis.  

1261256226foto_1_002
El brasileño Leonardo Boff, gran teólogo de la liberación y una de las voces más autorizadas en materia ecológica, en un artículo medular, titulado Lo que está en juego en Copenhague, dejó escritas estas palabras plenas de lucidez y valentía: ¿Qué podríamos esperar de Copenhague? Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar. Y un propósito simple: Vamos a cambiar de rumbo.


A eso fuimos, precisamente, a Copenhague: a batallar por un cambio de rumbo en nombre de Venezuela y en nombre de la Alianza Bolivariana. Y más aún: en defensa de la causa de la humanidad y, para decirlo con el Presidente Evo Morales, en defensa de los derechos de la Pachamama, de la Madre Tierra. 
Sabiamente lo dijo el mismo Evo, quien junto a este servidor, le tocó asumir la vocería de la Alianza Bolivariana: Aquí está en debate, si vamos a vivir o vamos a morir. 


Todas las miradas del mundo se concentraron en Copenhague: la XV Conferencia sobre el Cambio Climático nos permitió calibrar de qué fibra estamos hechos, dónde habita la esperanza y qué podemos hacer para fundar lo que el Libertador Simón Bolívar definiera como el equilibrio del universo; un equilibrio que nunca podrá alcanzarse dentro del sistema-mundo capitalista. 


II
Antes de nuestra llegada a Copenhague, el bloque africano, respaldado por el Grupo de los 77, se había encargado de denunciar que los países ricos estaban desentendiéndose del Protocolo de Kyoto, esto es, del único instrumento internacional que existe para luchar contra el calentamiento global: el único que impone sanciones a los Estados industrializados y protege a los países en desarrollo. 


Necesario es reconocer que la batalla ya se había iniciado en las calles de Copenhague, con la juventud en la vanguardia protestando y proponiendo: pude ver y sentir, desde mi arribo a la capital danesa el 16 de diciembre, la fuerza histórica de otro mundo que, para la juventud, ya no sólo es posible sino que es absolutamente necesario. 


III
En Copenhague, desde un principio, las cartas quedaron sobre la mesa a la vista de todos. De un lado, las cartas de la mezquindad y la insensatez brutal del capitalismo que no da su brazo a torcer en defensa de su lógica: la lógica del capital, que sólo deja muerte y destrucción a su paso cada vez más acelerado. 


Del otro lado, las cartas del reclamo de los Pueblos por la dignidad humana, la salvación del planeta y por un cambio radical, no del clima, sino del sistema-mundo que nos ha colocado al borde de una catástrofe ecológica y social sin precedentes. 


De un lado, los triunfadores de una civilización mercantil y utilitaria, esto es, los “civilizados” que desde hace mucho tiempo se olvidaron del ser, para apostar ciegamente a un tener, cada vez más insaciable. 


Del otro lado, los “bárbaros” que seguimos empeñados en creer, y en luchar por ello, que, cambiando radicalmente de lógica, se puede maximizar el bienestar humano, minimizando los impactos ambientales y ecológicos; que sostenemos la imposibilidad de defender los derechos humanos, como lo planteara el compañero Evo Morales, si no se defienden antes los derechos de la Madre Tierra; que actuamos con el firme propósito de dejarles planeta y porvenir a nuestras descendencias. 


No me cansaré de  repetirlo a los cuatro vientos: la única alternativa posible y viable es el socialismo. Lo dije en cada una de mis intervenciones ante todos los representantes del mundo congregados en Copenhague, la cita mundial más importante en los últimos doscientos años: no hay otro camino, si queremos detener esta carrera desalmada y envilecida que sólo nos promete la aniquilación total. 


¿Por qué le temen tanto los civilizados a un proyecto que aspira la construcción de la felicidad compartida? Le temen, hablemos claro, porque la felicidad compartida no genera ganancia. De allí la lucidez meridiana de aquella gran consigna de la protesta callejera de Copenhague que hoy habla por millones: “Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado”. 


Los “civilizados” no toman las medidas que deben tomar, porque eso, sencillamente, los obligaría a cambiar radicalmente su voraz modelo de vida, signado por el confort egoísta y eso no habita en sus fríos corazones, que sólo palpitan al ritmo del dinero. 

Por eso, el imperio llegó a última hora, el 18 de diciembre, a ofrecer migajas a manera de chantaje y así lavar la culpabilidad marcada en su rostro. Frente a esta estrategia del bolsillo lleno, se escuchó por Dinamarca la voz clara y valiente de la pensadora hindú Vandana Shiva diciendo una gran verdad: “Creo que es hora de que Estados Unidos deje de verse a sí mismo como donante y comience a reconocerse como contaminador: un contaminador debe pagar una compensación por los daños y debe pagar su deuda ecológica. No se trata de caridad. Se trata de justicia”.


Debo decirlo: en Copenhague se acabó definitivamente la ilusión Obama. Quedó confirmado en su condición de jefe del imperio y “Premio Nóbel de la Guerra”. El enigma de los dos Obama ha quedado resuelto.


El viernes 18 llegaba a su fin sin un acuerdo democráticamente consensuado: Obama montaba tinglado aparte, en una nueva violación de los procedimientos de la ONU, por lo que nos vimos obligados a impugnar cualquiera resolución que no pase por el respeto a la vigencia del Protocolo de Kyoto. Respetar y potenciar Kyoto es nuestra divisa. 


No fue posible un acuerdo en Copenhague por la falta de voluntad política de los países ricos: los poderosos del mundo, los hiperdesarrollados, que no quieren ceder en sus patrones de producción y consumo tan insensatos como suicidas. “El mundo a la mierda, si se atreven a amenazar mis privilegios y mi estilo de vida”, es lo que parecen reiterar con su conducta: ésta es la dura verdad que no quieren oír de quienes sí actuamos bajo el imperativo histórico y categórico de cambiar de rumbo.


Copenhague no es un fin, lo reitero, sino un comienzo: se han abierto las puertas para un debate universal sobre cómo salvar al planeta, a la vida en el planeta. La batalla continúa. 


IV
Nos tocó conmemorar el 179 aniversario de la desaparición física de nuestro Libertador en un acto del más hondo contenido revolucionario: me refiero al Encuentro de la Alianza Bolivariana con los movimientos sociales de Dinamarca el 17 diciembre. Allí pude sentir, una vez más, que Bolívar ya no sólo es bandera venezolana y nuestroamericana, sino que es cada vez más, líder universal. 


Es su herencia viva y combatiente, encarnada hoy en la Alianza Bolivariana, que se está haciendo mundo: la herencia que nos llevó a Copenhague a dar la batalla por la Patria Grande, que es, al mismo tiempo, darla por la causa de la humanidad. 


En realidad y en verdad: ¡Bolívar vive! En Copenhague confirmé que está más vivo que nunca.


Y ahora sí Vencerá.
¡Ahora sí Venceremos!

Hugo Chávez Frías

MINCI

domingo, 13 de diciembre de 2009

Las Líneas de Chávez No. 51

Del Mercosur al Alba

"El 14 de diciembre de 2004 nació, en La Habana, el instrumento unitario y antiimperialista por excelencia con Cuba y Venezuela en la vanguardia. Hoy, cinco años después, la presencia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) es la cartilla de dirección por la que asumimos el sueño bolivariano: el mandato histórico de nuestros pueblos cuya unidad espiritual trasciende las fronteras", manifiesta el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.alb_299_300

“Un buen ciudadano debe siempre pensar con respecto a sí mismo, lo que calcularía con respecto a los demás, poniéndose siempre fuera de la esfera de sus intereses personales y de sus propias inclinaciones”, decía nuestro Libertador Simón Bolívar el 22 de septiembre de 1817.


He allí la regla de oro, el fundamento principal, el barro originario de donde deben formarse la mujer nueva y el hombre nuevo que hagan posible la real democracia revolucionaria que soñamos; para que, por igual, exista una Sociedad Republicana, “…la que se compone de hombres ÍNTIMAMENTE unidos por un común sentir de lo que conviene a todos—viendo cada uno en lo que hace por conveniencia propia, una parte de la conveniencia GENERAL”, como bien decía Simón Rodríguez, nuestro primer bolivariano, en Sociedades Americanas de 1828, al formular la base de nuestro pensamiento emancipador, raíz de nuestro real y verdadero socialismo.


Es esta la gran batalla que tenemos que seguir dando, y la más difícil de todas, para evitar que “el robo, la traición y la intriga, triunfen del patriotismo y de la rectitud”, como solía decir nuestro Bolívar.


Cuando nuestros esfuerzos han rendido frutos excelentes contra el crimen organizado y las mafias de la banca, la corrupción que impera en ciertos juzgados ha pretendido quitarnos la esperanza de seguir mejorando. A Dios gracias pareciera tratarse de un caso aislado: el de una jueza complaciente y corrupta.


Hago un llamado de Exhorto al Poder Judicial, representado por el Tribunal Supremo de Justicia, a mantenerse vigilante y evitar que así se pierdan tantos esfuerzos que desde el Ejecutivo, el Ministerio Público y la Asamblea Nacional hemos venido desplegando para la salvaguarda de los intereses de nuestro Pueblo: los únicos intereses que deben importarnos.


Es una gran verdad innegable la que anda por las calles y en la voz de nuestros compatriotas: ¡Aquí ahora sí hay Gobierno! Pero ello no basta si queremos tener República: el tiempo es propicio para que todos los poderes, liberados del lastre de su división —como consecuencia de una nefasta herencia que debemos superar más temprano que tarde— trabajen coordinadamente como lo exige el constitucionalismo popular que toma forma en Venezuela y en Nuestra América. Debe llegar el día en que la voz del pueblo pueda decir con plena certeza: ¡Ahora sí tenemos Estado!


    II
No hay tiempo revolucionario que, en tanto que tal, no se desenvuelva de acontecimiento en acontecimiento, más allá de las simples sucesiones que caracterizan los momentos evolutivos. Y es ésta una de las razones que nos convencen de que en Venezuela y en toda Nuestra América estamos en Revolución.
Tantos han sido los acontecimientos de esta semana que sería imposible abarcarlos todos en estas breves líneas. Intentaré una apretada síntesis.


Quiero resaltar, en primer término, nuestra asistencia a la Cumbre de Mercosur, en Montevideo, Uruguay.


Una vez más voy a reiterarlo: Venezuela quiere ser miembro pleno de Mercosur. Pero en nuestra actual condición de miembro 1260649263foto_1jpgasociado, seguiremos jugando fuerte por la integración y, aún más, por la unión. “Unidos o dominados”, como decía mi general Perón; y decir Perón es decir Bolívar, San Martín y tantos otros y tantas otras. Como reza el viejo dicho popular, la unión hace la fuerza: la unión plena.


El Banco del Sur, Petrosur, Telesur son instrumentos para fortalecer a un nuevo Mercosur: a un Mercosur que responda al cambio de época.


Luego estuvimos en Buenos Aires, el 9 de diciembre, para honrar los compromisos que junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estamos empeñados en cristalizar, superando las dilaciones y los obstáculos creados por ese peligroso enemigo contrarrevolucionario: la burocracia.


No podía ser más propicia la fecha para efectuar nuestra reunión trimestral de trabajo: aniversario de la batalla de Ayacucho; de “la cumbre de la gloria americana”, como decía nuestro Libertador.


Vale la pena destacar que 13 grandes barcos cargados de cientos de contenedores vienen por aguas del Atlántico hacia Venezuela, para traernos productos argentinos.


Igualmente, Aerolíneas Argentinas y Conviasa aumentarán su número de vuelos entre Caracas y Buenos Aires, para ampliar nuestro eje turístico y estratégico comercial. En fin, son 63 proyectos, la gran mayoría en ejecución, que reafirman la fuerza histórica de la unidad. 
   III 
El 10 de diciembre hemos celebrado 150 años de la gesta de Santa Inés. Celebración viva y en batalla por la dignificación de nuestros campesinos y campesinas.


El verbo de César Rengifo se ha hecho carne en este nuevo tiempo histórico: “¡Porque ya Ezequiel Zamora va con el pueblo y hay una tempestad por los caminos!”.


El espíritu zamorano está, una vez más, al frente de la batalla por la tierra, por la liberación de las tierras comunes: la guerra a muerte contra el latifundio, ese anacronismo tan feudal como improductivo, debe reimpulsarse permanentemente.


¡Ni una traición más para la causa agraria y para los campesinos 1260649393foto_2jpgy campesinas de Venezuela! Estamos dispuestos a hacer respetar sus derechos: allí está la Fuerza Armada Bolivariana, como un todo, para corroborarlo frente a quien sea y contra quien sea. Igualmente, la sangre de tantos dirigentes campesinos asesinados clama por el cese de la impunidad y por el sí definitivo a la justicia.


     IV
“Una sola debe ser la Patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad”, le escribe nuestro Padre Libertador a Juan Martín Pueyrredón, supremo director de las Provincias del Río de La Plata en 1818. El imperativo que se desprende de estas palabras sigue siendo nuestra meta suprema, el rumbo de nuestros pueblos, la vía hacia nuestra regeneración como Patria unida y grande.


El 14 de diciembre de 2004 nació, en La Habana, el instrumento unitario y antiimperialista por excelencia con Cuba y Venezuela en la vanguardia. Hoy, cinco años después, la presencia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América es la cartilla de dirección por la que asumimos el sueño bolivariano: el mandato histórico de nuestros pueblos cuya unidad espiritual trasciende las fronteras.


Hoy quiero insistir en un punto de honor: el golpe contra Honduras fue un golpe contra la Alianza sucreBolivariana. Pero, igualmente, el carácter irreversible de este proceso unitario y revolucionario se mantiene vivo en la resistencia del pueblo hondureño: en su ejercicio de conciencia y en su dignidad reconquistada.


Nunca como ahora han retumbado con tanta fuerza las palabras de José Martí, apóstol de Nuestra América: “¿A dónde va la América, y quién la junta y guía? Sola, y como un solo pueblo, se levanta. Sola pelea. Vencerá, sola”. Nuestra América va hacia su definitiva Independencia. Hoy la Alianza Bolivariana la junta y la guía.


¡¡ Patria socialista o muerte !!
¡Venceremos!

Hugo Chávez Frías

domingo, 6 de diciembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 50

6 D: 11 Años Después

Necesario es insistir en la profunda diferencia existente entre la lógica del Estado revolucionario que estamos creando, que hace del pueblo su razón de ser, y la lógica del Estado burgués.

I
La publicación de esta nueva entrega de Las líneas de Chávez —la número 50: no es poca cosa— coincide con el décimo primer aniversario de la gran victoria popular del 6 de diciembre de 1998.
En esta luminosa y trascendente fecha, la voluntad soberana de las mayorías liquidó definitivamente al modelo político puntofijista que desgobernó y saqueó a Venezuela durante cuarenta largos años, abriendo de par en par los grandes portones de un nuevo tiempo histórico: el tiempo de la Revolución hecha Gobierno.

chavez1
La Revolución que se inició con la rebelión popular del 27 de febrero de 1989, y prosiguió con las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, desencadenó un largo y complejo proceso de organización y acumulación de fuerzas que hizo posible la espléndida y hermosa síntesis del 6 de diciembre de 1998.


Aquel memorable 6 de diciembre el pueblo tomó la decisión irrevocable de convertirse en protagonista de su propia historia y conductor de su propio destino. No se trataba de una jornada electoral más ni de cambiar a un presidente por otro: el pueblo quería ser y se hizo el alfarero de una nueva República y el constructor de una Venezuela real y verdaderamente libre, real y verdaderamente soberana, real y verdaderamente independiente.

Compatriotas: A la luz de este gran día de aniversario quiero volver a expresar, con el más fiel y acendrado sentimiento de amor, la infinita admiración y la no menos infinita gratitud que siento hacia ustedes, el gran pueblo del Padre Simón Bolívar. A ustedes me debo: a ustedes le pertenece mi vida.


II
¡Bancos para el Pueblo!


Necesario es insistir en la profunda diferencia existente entre la lógica del Estado revolucionario que estamos creando, que hace del pueblo su razón de ser, y la lógica del Estado burgués.


Dentro de la lógica del Estado burgués el capital se paga y se da el vuelto: lo único que importa es el fortalecimiento permanente del propio capital para sostener una estructura económica que no sólo vela por los privilegios abusivos de unos pocos, sino que está diseñada para la reproducción de un modelo de sociedad signado por la desigualdad y la exclusión de las mayorías.


Hagamos memoria: cuando la crisis financiera sacudió a Estados Unidos, vimos cómo el poder del Estado salió presto a auxiliar a los banqueros corruptos dejando en el olvido a los ahorristas.


En nuestro caso, la intervención estatal de —hasta ahora— siete bancos se orienta, sin ambigüedades, hacia la protección de los y las ahorristas, garantizándoles lo que les pertenece por derecho. En este caso concreto, se trata de la cantidad de 713.200 depositantes que confiaron en esos siete bancos. Pero, además, tomamos la decisión de pasar al sistema financiero público a dos de estos bancos con la soberana intención de fortalecer y ampliar el apoyo a los sectores socialmente más necesitados.


¡Vaya diferencia! Allá los banqueros son protegidos para que continúen con sus marramuncias; aquí los delincuentes de cuello blanco van a parar a la cárcel.


Indigna que las voces apátridas y desestabilizadoras que se dan cita en los medios privados pretendan crear zozobra a partir de falsedades: son las mismas voces que no dijeron nada en relación con la crisis financiera del país del Norte al que tanto veneran. ¡No se saldrán con la suya: no podrán con nosotros!


Tengamos presente que “uno de los graves problemas que hoy deben enfrentarse son las derivaciones que ha generado un sistema y, en este caso, un sistema financiero propio del capitalismo, que ha provocado a lo largo de la historia innumerables crisis”, tal como lo señaló, con toda precisión, nuestro ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, el pasado 30 de noviembre.


Estamos sentando un precedente histórico. Si echamos la mirada hacia atrás, nos encontramos con una sucesión de gobiernos que sólo privilegiaban a los dueños de la banca, premiándoles sus fechorías, tal y como sucedió con el último Gobierno de la 4ta República, al que nunca le importó la suerte de los miles y miles de compatriotas que se convirtieron en víctimas de la crisis bancaria de 1994. Todo lo contrario: procedió a auxiliar financieramente a los causantes de aquella terrible crisis, quienes no conformes con robar flagrantemente a sus ahorristas, procedieron a volarse con la plata del Estado, esto es, con el dinero de todos los venezolanos. Ni uno solo de los llamados banqueros prófugos pagó por sus delitos.


Razón tenía José Martí: “Importa que el dinero sea abundante, importa más que lo den manos honradas”. No permitiremos, pues, que la deshonra nos contamine y deshumanice: hay que hacer imperar la justicia si queremos seguir avanzando en el proyecto bolivariano. Dejar que los banqueros delincuentes se salgan con la suya equivaldría a defraudar la confianza del pueblo y, más aún, a herir gravemente al alma nacional.


Estamos obligados a llamar al pan, pan, y al vino, vino, fuera de todo eufemismo cómplice y justificador de lo injustificable: ésta debe ser la base de nuestro discurso ante una arremetida mediática que, todos los días, lanza a los cuatro vientos que Chávez “quiebra bancos para hacerse de ellos”. No basta decir que “hemos liquidado dos bancos”: necesario es explicar, detalladamente, el porqué de su liquidación, cuáles son las causas que llevaron a tal decisión, con las pruebas en la mano, para que tales banqueros queden ante la opinión pública como lo que real y verdaderamente son: vulgares ladrones, rateros encorbatados, carteristas y cleptómanos empedernidos que, al menor descuido, te vacían los bolsillos y todo lo que tengas en tu casa.


Cierto que hemos derrotado, en gran medida, la campaña terrorista de los medios privados, pero necesario es pulverizarla completamente, a sabiendas de que un sector no desdeñable de nuestra población continúa bajo su desquiciante influencia.


III
¡Evo Bolivia!
En el día de hoy nuestra hermana Bolivia, la hija predilecta del Libertador, va a consolidar el proyecto transformador que lidera nuestro camarada Evo Morales.


Resuenan ya los cantos de victoria que bajan del nevado Sajona, de las serenas aguas del Titicaca, del Altiplano, de las salinas de Uyuní.


Se preguntaba nuestro Libertador: “¿Qué quiere decir Bolivia?”. Y se respondía con absoluta convicción: “Un amor desenfrenado de libertad”. Un amor que volverá a imponerse en este día.


Bolivia avanza hacia su definitiva descolonización: hoy se reconoce, con renovado orgullo, en la fuerza y la densidad de la milenaria memoria aborigen. Los olvidados y excluidos de siempre han dejado de ser las víctimas seculares del racismo y la segregación: hoy ejercen el poder y son legítimos dueños de su destino y su dignidad.


Todo ello ha sido posible porque en la Presidencia está uno de los suyos que, cada día, cumple fielmente con el sagrado mandato de gobernar obedeciendo. Un mandato que, desde siempre, lleva en la conciencia y en el corazón.


Son las tradiciones originarias las que están en el poder con Evo: es el modo comunitario de producción y de vida el que está en el poder con Evo. Evo es un jefe indio que no va a traicionar ni a traicionarse porque es fiel a un legado ancestral que está más vivo que nunca.


Hoy los bolivianos y bolivianas se lanzarán a las calles, campos y serranías a respaldar a un hombre que se las está jugado junto a ellos y ellas: a Evo Pueblo, Evo Bolivia.


¡¡ Patria socialista o muerte !!
¡¡Venceremos para siempre!!

Hugo Chávez Frías

fuente www.minci.gob.ve