domingo, 29 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 49

¡Campeones Bolivarianos!

Quiero destacar, con gran satisfacción y orgullo, la visita que este miércoles nos dispensó el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad

I
Creo que hasta los pronósticos más atrevidos se quedaron cortos ante el rotundo éxito que nuestros atletas, el maravilloso colectivo que conforman entre todas y todos, han obtenido en los XVI Juegos Bolivarianos. Venezuela se alzó con su décimo tercer título bolivariano, superando su propio récord en medallas de oro que era de 189 (en Ecuador 2001): 205 preseas doradas, 166 de plata, 96 de bronce, para un total de 467. Y ello no es más que un preludio de lo que nuestras muchachas y muchachos pueden hacer, rumbo al gran compromiso de Londres 2012.

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“Ciertamente, el oro y la plata son objetos preciosos; pero la existencia de la República y la vida de los ciudadanos son más preciosos aún”, decía nuestro Bolívar en 1820. Y si he querido recordar esta hermosa frase es para que reflexionemos sobre el significado y sentido del hecho innegable de que, por primera vez, no sólo podemos afirmar la existencia de una real y verdadera República, sino que por primera vez tenemos Patria donde la vida de cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas constituye el más precioso de nuestros fines. La cosecha de oro, plata y bronce obtenida en Bolivia es luminoso testimonio de la dignificación personal y colectiva que nuestro pueblo todo viene alcanzando.


¡¡Felicitaciones, campeones bolivarianos!!


II 
Quiero destacar, con gran satisfacción y orgullo, la visita que este miércoles nos dispensó el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad: ese gladiador de las luchas antiimperialistas, así lo he llamado, ejemplo de firmeza, de constancia, de batalla, por la libertad de su pueblo.


La Revolución Iraní y la Revolución Bolivariana son hijas de una misma Historia, la de las luchas de nuestros pueblos por su liberación.


En compañía de Ahmadinejad no sólo hemos firmado un grupo de nuevos convenios, sino que mostramos además los grandes avances en la ejecución de los numerosos proyectos que ambos países hemos puesto en marcha.


Vamos unidos con Irán en una dinámica internacional que cada día crece más y más, orientada por aquello que nuestro Libertador Bolívar denominaba el equilibrio del universo. Bien lo dijo Ahmadinejad: “Hoy ya no sirven el armamento o las municiones, nadie puede imponer su opinión mediante armas a los pueblos, esa es una lógica ya derrotada”.


Es a través de la liberación de los pueblos como podremos alcanzar la grandeza de la Humanidad como un todo. Y es a través de la unión de nuestros pueblos como lograremos la ansiada liberación.


III
Hoy domingo 29 de noviembre, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino.


Recordemos el verbo fundador de Mahmud Darwish, que sigue haciéndose carne, día a día, en los palestinos y palestinas heroicos por medio de su resistencia: “Nuestra patria resplandece a lo lejos / E ilumina su entorno… / Pero nosotros en ella / Nos ahogamos sin cesar”.


La Patria palestina, desde siempre ha latido, a pesar de la lejanía geográfica, en el corazón de todos los venezolanos y venezolanas: ha resplandecido en nuestro espíritu y sentimiento libertario, antiimperialista y anticolonial, fundado en nuestra profunda herencia bolivariana.


Por todo ello recibimos la visita, esta semana, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, para renovar y reafirmar nuestra solidaridad inquebrantable con la causa del pueblo palestino.


Exigimos y seguiremos exigiendo al Estado de Israel que no siga perturbando, obstaculizando y desestabilizando la existencia libre, soberana e independiente de Palestina.


A quienes hace días, el 9 de noviembre, “celebraban” —entre comillas, porque ya ni saben qué es lo que celebran— los 20 años de la caída del muro de Berlín, hay que recordarles la existencia de un muro que simboliza toda la ignominia de este mundo, un muro que debería caer definitivamente en la actualidad: el muro construido por Israel a lo largo de Cisjordania. El muro del apartheid contra el pueblo palestino.


IV
Al escribir estas líneas no tenemos noticia cierta de lo que sucederá en la farsa electoral que se realizará en Honduras. No puede tener otro nombre que farsa, lo que a todas luces es la segunda etapa de un golpe de Estado. Este es el flamante modelo hondureño: la nueva técnica del imperio, el “golpe legal”.


El rostro del imperialismo se reveló, una vez más, con la traición al presidente Zelaya y al enteramente criticable Acuerdo de San José-Tegucigalpa. Estados Unidos e Israel, lamentablemente junto a un pequeño grupo de gobiernos de la región, se aprestarán a reconocer al “gobierno” que surja de la farsa.


El Imperio está en decadencia pero, por eso mismo, es más agresivo. Cuando el presidente Obama señala que estas “elecciones” son un “comenzar desde cero”, debemos entender no sólo el gesto de hipocresía: es la confirmación del modo en que Estados Unidos busca conservar su poderío en la región.

Tenemos que salirle al paso a esta vuelta de tuerca en la nueva estrategia imperial. La voluntad popular de los pueblos de Nuestra América ha podido revertir situaciones de este calibre. Lo demostró la unidad del pueblo y la Fuerza Armada en la gloriosa jornada del 13 de abril de 2002 en Venezuela. Lo está demostrando el pueblo hondureño en cinco meses de resistencia y el presidente Zelaya con su valiente y dignísimo proceder. Venezuela no reconocerá a otro presidente hasta tanto no se haga justicia.


¡¡¡El pueblo hondureño vencerá!!!



Proceso real y verdaderamente democrático es el que este domingo protagoniza el hermano pueblo del Uruguay: 2,5 millones de uruguayos y uruguayas irán a las urnas electorales para decidir el destino del país durante los próximos cinco años. Nada pueden esperar los uruguayos sino de ellos mismos —para decirlo con el infinito oriental José Gervasio Artigas— y tengo la más segura de las certidumbres de que, con el ejercicio de la soberanía popular, reafirmarán su camino. Hoy más que nunca, parafraseando a Benedetti, el Uruguay existe y, aún más, sabe que existe. ¡Salud al gran pueblo uruguayo!


VI
Ayer sábado continuaron las jornadas del Congreso Extraordinario del Psuv. Una comisión de delegados asistió al homenaje que le hicimos a nuestros Campeones Bolivarianos. Y luego, instalados en plenaria, los 772 delegados de las patrullas socialistas, iniciaron junto al gobierno el abordaje de un conjunto de temas de alto interés para nuestro pueblo. El primero de ellos fue el de la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia. Con la presencia de un conjunto de expertos y de los más de mil compatriotas que están en fase de rigurosa capacitación para conformar las primeras unidades de la Policía Nacional Bolivariana, dimos un intenso y constructivo debate. De allí salieron varias líneas de acción para la gran estrategia y las tácticas correspondientes que nos permitirán derrotar este flagelo.


¡El Gobierno, El Psuv, la Policía Nacional, la Fuerza Armada Bolivariana y el pueblo haremos un solo frente contra el delito! ¡Y venceremos!


Y el congreso del Psuv se va convirtiendo en un gran escenario de debate, de análisis y de soluciones revolucionarias.


¡¡Rumbo al Socialismo!!

Hugo Chávez Frías

domingo, 22 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 48

La Batalla Patria

El miércoles pasado, 18 de noviembre, se cumplió el quinto aniversario del criminal atentado terrorista que le quitó la vida a Danilo Anderson, el Fiscal Valiente.


Nada ni nadie puede ni podrá arrancar del sentimiento popular su luminoso ejemplo. ¡Honor y gloria a Danilo Anderson: adalid de la justicia! Y por Danilo y por todos los mártires de este tiempo de Revolución, no puedo sino unir mi voz a la de todo el pueblo: ¡Castigo a los culpables! ¡Basta de impunidad!


II
De la mayor importancia fue el Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda que se ha celebrado esta semana. Durante dos días, 20 y 21 de noviembre, 53 organizaciones revolucionarias de cinco continentes se dieron cita en Caracas. Felicito al PSUV porque cumplió a cabalidad su rol como organizador.


Las vías hacia el socialismo han vuelto a abrirse: la izquierda está obligada a repensarse en profundidad. El debate de ideas es decisivo para no repetir los errores que distorsionaron y debilitaron la causa socialista en el siglo XX, para que en el siglo XXI el socialismo se convierta, como avizoraba Mariátegui, no en calco o copia, sino en creación heroica y soberana de cada pueblo y, por supuesto, en unidad popular universal para darle vida a un nuevo internacionalismo.

Quiero llamar la atención de mis compatriotas sobre la unanimidad que reinó en este Encuentro con respecto a la instalación de las bases militares yanquis en Colombia. Hay un estado de conciencia común sobre la gravísima amenaza que representan para Venezuela, en primer término, y por extensión para la región suramericana y para toda Nuestra América.


Este Encuentro fue una nueva ratificación de que la Venezuela bolivariana no está sola, hoy está más acompañada que nunca.


III
En las elecciones del pasado domingo 15 de noviembre escogimos, entre nuestra militancia, a los delegados y delegadas al Congreso Extraordinario del PSUV: fue una muestra más del espíritu transformador y de la fortaleza revolucionaria que nos anima.


6_simonbolivarCumplimos nuevamente con el rigor que la historia nos exige. Obedeciendo al designio popular al que nos debemos, llamamos a consulta para consolidar la organización política de nuevo tipo que necesita la Revolución Bolivariana, y con la orientación firme de hacer grande y digna a la Patria. ¡Vaya manera de fortalecernos! Tengo plena certeza de que a través de este ejercicio soberano y participativo, elegimos a hombres y mujeres de espíritu bolivariano y revolucionariamente acendrado, y con el compromiso de servir con pasión y desinterés al pueblo. Al pueblo que se ha puesto en marcha hacia su destino anhelado: el socialismo.


No podemos dar reposo a nuestros brazos ni descanso a nuestras almas hasta que, como quería nuestro Libertador, la igualdad establecida y practicada y la mayor suma de felicidad posible sean realidad viva y tangible para todos y todas.
Cada día debemos ser más y más bolivarianos y bolivarianas.


Cada día debemos sacar el Bolívar que llevamos por dentro.


Lo dicho hasta aquí me permite, ahora, enfatizar la trascendencia del Congreso que se inició ayer sábado 21 de noviembre, y se extenderá hasta el mes de marzo de 2010, como un espacio crucial de reflexiones, debates y definiciones. De allí deben surgir no sólo las orientaciones ideológicas, las concepciones revolucionarias y las críticas inexorables que el partido debe hacerse sin complejos, sino además de allí debe emerger un sentido claro que podamos convertir en praxis transformadora, para allanar el camino que nos conduzca a cumplir en profundidad el proyecto bolivariano y socialista que nos hemos trazado y que estamos ganados a convertir en encarnación histórica.


Se trata de definir colectivamente, con lucidez y audacia, la táctica y la estrategia de la transición hacia el socialismo, rumbo a la Independencia definitiva de Venezuela.


Queremos ser, en realidad y en verdad, un partido de nuevo tipo: estamos en pleno proceso de construcción. Por eso mismo, éste no va a ser un Congreso encerrado sobre sí mismo durante cada fin de semana. Si algo debe caracterizarlo es su profunda carga dialéctica: una dialéctica fecunda y viva generada por la interacción permanente entre los delegados y delegadas con la base militante y con el pueblo todo. No está demás recordarlo: ser delegado o delegada no es un privilegio sino una responsabilidad; ser delegado o delegada no significa ser representante, sino vocero o vocera, conexión vibrante y potenciadora con las patrullas, con las comunidades, con el pueblo.


Compatriotas que me leen: No perdamos de vista lo siguiente: todo cuanto hagamos desde ya tiene como horizonte, por ahora, el 2019. Más allá de las luchas y de las conquistas parciales que no debemos menospreciar nunca, el rigor con el que nos estamos calibrando tiene un fin de mayor alcance y una exigencia de más elevado vuelo en el tiempo.


Si grande es lo que deseamos, pues, grande e indeclinable tendrá que ser nuestro empeño militante, porque en el Congreso no sólo nos jugamos nuestro particular destino como partido, sino sobre todo nos jugamos el destino pleno de la Patria.


Tengamos presente, además, que la irreversibilidad del cambio de época en la América del Sur, en toda Nuestra América, está íntimamente ligada a la Revolución Bolivariana: ¡Por Venezuela y por la Patria Grande debemos vencer! Recordemos, en esta hora de confirmación revolucionaria, al gran José Martí: el secreto del éxito es dedicarse entero a un fin.


Aquí no podemos andar con medias tintas ni quebrantos morales; entereza y fidelidad suprema reclama la suerte de Venezuela: sagrado fin de nuestros desvelos.
Desde ya, como lo manifesté el pasado miércoles en el Teatro Municipal, exhorto a todas y a todos a consolidarnos y crecer en espíritu de unidad: consolidarnos en el fervor socialista nos resulta indispensable, así como fundamental es crecer en las ambiciones más puras que nos deben mover como revolucionarios.


IV
En ejercicio incuestionable de su soberanía, Venezuela ha demolido dos pasos ilegales en la frontera con Colombia. No son ningunos puentes internacionales como ha pretendido hacerle creer al mundo el Gobierno de Uribe Vélez: eran dos pasos ilegales, lo reitero, para garantizar la penetración del narcotráfico y el contrabando en nuestro territorio.


La denuncia del Gobierno colombiano no tiene ningún fundamento y se cae por su propio peso: es una provocación más de Uribe, quien no contento con despojar a Colombia de su soberanía, pretende que Venezuela no la ejerza.


Y lo más repugnante de todo esto, es la canalla mediática que aquí se levanta cual quinta columna, poniéndose como siempre al lado de los enemigos de la patria. O para decirlo mucho más exactamente: arrastrándose al servicio de los intereses imperialistas.


V
Venezuela pasó ya del centenar de preseas doradas en los XVI Juegos Bolivarianos allá en nuestra hermana Bolivia: nos hemos despegado en el primer lugar del medallero. Tenemos una amplia ventaja que, a estas alturas, ya parece inalcanzable. La Generación de Oro, esa valiente y combativa muchachada, ha vuelto a demostrar que nació para darle glorias a Venezuela.


Con el mismo orgullo patrio, quiero resaltar la extraordinaria hazaña de nuestras muchachas en el I Campeonato Panamericano de Béisbol Femenino, que se celebró en nuestra Valencia: clasificamos el día de ayer al Campeonato Mundial de Béisbol Femenino 2010 –su sede está aún por definir–, tras vencer a Cuba 14 carreras a 13 en un reñidísimo partido semifinal, que se fue a extraining. Y unas horas después, para plenarnos de felicidad colectiva, nuestras aguerridas y esforzadas heroínas se titularon en el partido final: otro juego repleto de emociones que culminó 8 a 7 frente a Puerto Rico. ¡Felicitaciones campeonas!


¡Así es como se batalla por la patria, muchachas y muchachos!
¡Venceremos!

Hugo Chávez Frías

domingo, 15 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 47

"Si quieres la paz, prepárate para la guerra"

“La paz será mi puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto me es precioso en este mundo”, escribía nuestro padre Bolívar a Santander el 23 de junio de 1820. Y precisamente porque amamos y valoramos la paz, no nos apartaremos, menos ahora cuando toda la saña criminal imperialista nos amenaza por los cuatro costados, de aquel sabio principio: “Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra”.


Quiero hacer mías las palabras de José Manuel Briceño Guerrero, esa gran conciencia venezolana y nuestroamericana, a quien se le rinde justo homenaje en la V Feria Internacional del Libro de Venezuela, cuando nos habla de la necesidad de “emprender un largo viaje hacia nosotros mismos”. El viaje que iniciamos el 27 de febrero de 1989 y que ha proseguido su curso durante estos diez años de Revolución: el más necesario de los viajes. 

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Este miércoles pasado, por ejemplo, abanderamos a los 555 atletas que nos están representando en los XVI Juegos Bolivarianos en Sucre, allá en la amada Bolivia. Estoy más que convencido de que seguirán colocando en alto y dignificando el nombre de Venezuela. Es una nueva fuerza moral, fuego sagrado, el que late en todos estos hijos e hijas de la Patria. En ellos continúa y se renueva el viaje hacia nosotros mismos.


Allá entonces la canalla apátrida que quiso hacer fiesta con una orden que yo diera el pasado domingo a los honorables soldados de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Quiero reiterarlo tal y como lo dije este viernes en el acto por la paz y contra las bases militares de Estados Unidos en suelo colombiano: estoy en la obligación de llamarlos a todos y a todas a prepararnos para defender la Patria de Bolívar y la Patria de nuestros hijos. Si no lo hiciera, estaría cometiendo un acto de alta traición con nuestra amadísima Venezuela, mas aún manejando las informaciones que manejo.


Nuestra Patria hoy es libre y la defenderemos con la vida. Venezuela nunca más volverá a ser colonia de nadie: nunca más estará de rodillas frente a invasor o imperio alguno. Y nuestra Fuerza Armada Bolivariana, el pueblo en armas como un todo, es y tiene que seguir siendo el garante por excelencia de la paz bolivariana: la paz verdadera.


En el denso y contundente artículo que lleva por título La anexión de Colombia a Estados Unidos —recomiendo su lectura y relectura— del pasado 6 de noviembre, el comandante Fidel Castro se encarga de alertarnos, con la urgencia del caso, sobre el peligro mortal que se nos viene encima. En especial dirige unas palabras, necesariamente conminatorias, a quienes ejercemos responsabilidades políticas y nos emplaza: “Los políticos de América Latina tienen ahora ante sí un delicado problema: el deber elemental de explicar sus puntos de vista sobre el documento de anexión. Comprendo que lo que ocurre en este instante decisivo de Honduras ocupe la atención de los medios de divulgación y los ministros de Relaciones Exteriores de este hemisferio, pero el gravísimo y trascendente problema que tiene lugar en Colombia no puede pasar inadvertido por los gobiernos latinoamericanos”.


Me valgo de estas palabras de Fidel para apuntar una idea: es necesario demoler la falacia uribista de que este infame acuerdo es un asunto de soberanía colombiana. ¿Un asunto de soberanía cuando todo el arsenal bélico gringo, contemplado en el mismo, responde al concepto de operaciones extraterritoriales?


¿Cómo se puede hablar con un Gobierno completamente subordinado a la estrategia global de dominación del Imperio? ¿De qué se puede hablar con un Gobierno que convierte al territorio colombiano en un gigantesco enclave militar yanqui, esto es, en la mayor amenaza contra la paz y la seguridad de la región suramericana y de toda Nuestra América?


Uribe puede ir por todas partes ofreciendo toda clase de seguridades, pero el acuerdo, de hecho, impide que Colombia pueda ofrecerle garantías de seguridad y respeto a nadie: ni siquiera a los colombianos y colombianas. No puede ofrecerlas un país que ha dejado de ser soberano y que es instrumento del “nuevo coloniaje” que avizorara nuestro Libertador.


Soberanía. He ahí una palabra que siempre debemos someter a discusión, renovarla, fortalecerla, vigorizarla en la acción y en el pensamiento: en la reflexión socializada. Se hace necesario pues, un mínimo repaso para saber de dónde nos viene esa palabra para darle su justo lugar. Sobre todo cuando su uso y su significado están en juego.


Como la gran mayoría de las categorías políticas tradicionales de la democracia representativa que heredamos de la Europa de finales del siglo XVIII, la de soberanía es herencia del pensamiento de la Ilustración y de la Revolución Francesa.


Soberanía refiere a la libertad en el ejercicio de poder que un pueblo y un gobierno tienen dentro de un territorio determinado, con una identidad histórica específica, moldeando a un Estado-Nación y su esqueleto legal. Es decir: es la libertad de un pueblo para determinar el hecho político de una nación. Es en esta última significación en la que nuestro Libertador se apoya para profundizarla en el tiempo. Y la profundiza a niveles que ni el mismo Rousseau —a quien le debemos el concepto “soberanía popular”— imaginara, porque la soberanía en el pensamiento de Bolívar alcanza el más hondo contenido popular.


Así se refiere nuestro Padre Libertador en su Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia (1826): “La Soberanía del Pueblo, única autoridad legítima de las Naciones”. Bolívar deja claro cuál es el rostro soberano de las naciones de Nuestra América.

 
Siempre es importante recordar que una cosa es lo que significa el concepto de soberanía desde una visión eurocentrista y otra radicalmente diferente desde una visión nuestroamericana: con rostro de pueblo descalzo.


Nos remitimos otra vez al pensar bolivariano: “Nadie, sino la mayoría, es soberana. Es un tirano el que se pone en lugar del pueblo; y su potestad, usurpación”.

Es a esta línea reflexiva a la que nos debemos en nuestro ejercicio como nación: como país de Nuestra América. Son ya casi once años en el esfuerzo de hacer y construir soberanía a todos los niveles. Y es aquí donde debemos recalcar que soberanía y dignidad son palabras hermanas. Lo hemos demostrado con acciones, con convicciones y con un sueño en construcción: la soberanía socialista que se constituye de abajo hacia arriba; este es el camino para erigir una soberanía construida desde el Poder Popular como núcleo.


Ahora, frente al nuevo embate imperial, viene una hora de prueba para nuestra soberanía. Hora de prueba que afrontaremos con la misma vocación pacifista que nos ha caracterizado. Pero debemos dejar claro que paz no es, y nunca será, equivalente a sumisión.


Construir soberanía socialista, de abajo hacia arriba, es y debe ser el propósito principal del proceso electoral que celebra hoy domingo el PSUV con la finalidad de elegir, desde las bases, a los delegados al Congreso Extraordinario que se realizará a finales de año. A un total de 2 millones 450 mil 377 militantes, inscritos en nuestras patrullas, les corresponde el honor histórico de consolidar al partido como una poderosa estructura de masas en movimiento consciente, acelerando el parto de la nueva historia. Un partido que sea capaz de generar una multitud de nuevos cuadros políticos dentro de la masa popular. Un partido que se ponga a la vanguardia en la construcción del socialismo.


¡¡ Patrulleros y patrulleras: a la batalla!!
¡Vamos rumbo al nosotros mismos!
Para terminar estas líneas, parafraseando a Bolívar, os digo: la paz es nuestro puerto, la paz será nuestra gloria.
¡¡Venceremos!!


Hugo Chávez Frías

domingo, 8 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 46

 

¡Maisanta, que son bastantes!

Hoy es domingo 8 de noviembre y se cumplen ochenta y cinco años de la muerte en prisión del general Pedro Pérez Delgado, a quien los pueblos de la inmensa sabana llamaron “El último hombre a caballo”. Por allí se me van los recuerdos en estas líneas de hoy. Pero los recuerdos se entrelazan con la historia real, la historia viva, la que palpita en el corazón de la tierra Patria. Hoy, casi medio siglo después, recuerdo haberlo oído clarito, mientras jugábamos en el patio trasero que daba con la selva por donde cruzaba un camino bordeado de grandes matas de mango y por el cual se podía llegar, allá a lo lejos, a la carretera negra. Era aquella la casa grande de la bisabuela Marta, allá en las riberas del Caño e´ Raya, donde comienzan las antiguas selvas de Mijagual que se entregan luego en brazos del impetuoso Río Apure. Sí. Lo oímos clarito. Éramos un grupo de niños de entre 6 y 10 años, Adrián, Guillermo, Chiche, Adán, Nacho… Y yo que era de los más pequeños, con el cabello amarillo y hecho todo un amasijo de chicharrones, por lo que todos me decían “bachaco”. En verdad era un bachaquito más, en medio de aquellos campos llaneros donde se mezclaron todas las razas; la india, la blanca, la negra, todas. 


Lo oímos clarito y salió de la cocina donde hacían la comida, tomaban café y conversaban hombres y mujeres de la familia, entre ellos mi padre y mi madre. Fue como un rayo. “Ese era un asesino” dijo alguien. Hablaban de Pedro, el abuelo de Elena, mi madre. Pedro Pérez o Maisanta. Pedro Pérez Delgado, pues.

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Me traje por muchos años aquella especie de condena, “ese era un asesino”, y nunca supe por qué, pero siempre la sentía como un peso grande sobre mis hombros, como una espina clavada en mi corazón de niño.


Me aliviaba mucho oírle a mi padrino Eligio Piña sus cuentos de cosas viejas. Así los llamaba él, desde su inolvidable silleta en la esquina de la calle “El Llanero”. Mi padrino contaba de un guerrero que vivió en Sabaneta, allí mismo a pocas cuadras de la “Madre Vieja”. Que montaba un caballo negro llamado “Bala” y que sobre su lomo se fue, por los rumbos del Apure, con un fusil al hombro, alzado contra Gómez, el General que mandaba en Caracas. Le decían Maisanta o el Americano. Un día me dijo, mientras yo me iba apurado a seguir vendiendo arañas hacia la Calle Real: “Epa bachaquito, tú llevas la sangre de Maisanta por dentro. Tu mamá es hija de Rafael Infante, uno de los hijos del Guerrero del Caballo Negro. ¡Ese era un revolucionario!”.


Salí como disparado por la Calle Real y cuando le pregunté a la mamá Rosa si sería un asesino o sería un guerrero revolucionario, la abuela me dijo que se oían muchas cosas, muchos cuentos y que al final no se sabía la verdad.


Pues bien, han pasado casi cincuenta años y la vida me permitió conseguir la verdad:


¡Ese era un guerrero revolucionario!
Y hoy podemos decir con Fidel: ¡Maisanta, la historia te absolverá!


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Hombre, mujer, joven, niño, niña, compatriota que me lees. Quiero invitarte, reflexivo como estoy ahora mismo, bajo esta fuerte lluvia que cae esta tarde en la que escribo, a colocarnos en la perspectiva del tiempo. Con ello estoy recordando a Meszáros y su obra “El desafío y la carga del tiempo histórico”.


El desafío que hoy tenemos frente a nosotros es realmente grande, para decirlo a lo Meszáros, pues se trata de lograr la articulación, desde lo teórico pero sobre todo en lo práctico concreto de la vida del pueblo como colectivo conformado por hombres y mujeres individuales, entre “el tiempo limitado de los individuos y el tiempo radicalmente ilimitado de la humanidad”.


En verdad está comprobado mil veces: el individuo o grupo de individuos poseídos por la llamada lógica del capital, son incapaces de elevarse sobre la perspectiva del corto plazo y por sobre la visión egoísta que coloca al yo y al ahora por sobre el nosotros y el futuro en construcción.


Sólo la conciencia (y la conciencia, como lo dice Víctor Hugo “es el acumulado de ciencia que tenemos en nosotros mismos”), libera al ser humano de la tiranía del “tiempo sin futuro”.


Puede decirse algo más: Hay una fuerza tan poderosa como la conciencia y esa es el amor. Para decirlo con Cristo, cuando ama al prójimo como a sí mismo, entonces el ser humano es capaz de empinarse por sobre las miserias del egoísmo y las cadenas del cortoplacismo.


Hoy, ya entrado el mes de noviembre de 2009, preciso es tener conciencia de que estamos llegando a la mera mitad de este período constitucional de gobierno.
Dentro de apenas un mes se cumplirán tres años de aquella resonante victoria en las elecciones presidenciales de 2006. Y en enero de 2010 se iniciará entonces la segunda mitad del período. Los años 2010, 2011 y 2012 serán de una poderosa ofensiva que nos permitirá continuar solucionando los numerosos problemas que aún aquejan a Venezuela.


Serán tres años de dura batalla, para continuar elevando el nivel de vida de todo el pueblo, satisfaciendo sus más sentidas necesidades.


Ello sólo será posible, en verdad os vuelvo a repetirlo, por el camino del Socialismo.
En esa perspectiva del tiempo histórico y su desafío, este tu gobierno, nuestro gobierno, seguirá desplegado junto a ustedes, al calor del alma popular, con el combustible inigualable del amor del pueblo, enfrentando todas las tareas y dificultades que se atreviesen en el camino.


Y es que la revolución socialista tiene como fin esencial precisamente ese, el de darle a todos y todas la mayor suma de felicidad posible, para decirlo con Bolívar.
Hoy domingo, por ejemplo, estaremos en Portuguesa, entregando un importante número de viviendas al pueblo de aquel Estado llanero. Forman parte de un gran lote de más de 80.000 nuevas viviendas que actualmente está construyendo la revolución.


¡Viviendas dignas para nuestro pueblo!


Espaciosos apartamentos de 70 mts. cuadrados, de 80 mts. cuadrados, con todos los servicios y un muy humano urbanismo, y cuyo precio no supera los 180 mil Bsf, menos de la mitad de lo que cobra el mercado capitalista. Además, el gobierno subsidia parte de ese precio, cobra tasas de interés del 4,5 %, a 30 años de plazo…
¡Ah, que le entregaron vivienda a mis vecinos y a mí todavía no… la respuesta está allí en la conciencia y en el desafío que enfrentamos como la carga de nuestro tiempo histórico!


Y la respuesta la tiene también el gobierno, con la aceleración de los programas de vivienda y el incremento de la eficiencia y la calidad revolucionaria.


¡¡Maisanta, que son bastantes!!


¡Maisanta, que venceremos!

domingo, 1 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 45

"Nuestra Independencia el Satélite y la Soya"

Decimos hoy una vez más con nuestro Comandante Infinito: "A la luz de la verdad y del tiempo nada se esconde, el mérito brilla y la maldad se descubre".


Hace un año ya que el nombre de Simón Bolívar orbita sobre nuestro espacio, vigilante y tributario de los grandes e innumerables beneficios que nuestros pueblos ya disfrutan en aras de la independencia tecnológica y fortaleciendo la unidad nuestra americana.


Qué mentiras no ha lanzado la canalla mediática antes y para el momento del lanzamiento del Venesat-1 aquel 29 de octubre de 2008. Cuánta porquería no sigue saliendo hoy de esos albañales mal llamados medios de comunicación: "El satélite nunca llegó a despegar de territorio chino porque lo que se vio por televisión fueron imágenes virtuales", "Está apagado", "Cayó a tierra". Estas y otras especies fueron y siguen siendo lanzadas con el ánimo criminal de generar aquello que Hobbs y Phillips en ese excelente trabajo titulado Censored 2010, denominan "hiperrealismo mediático", esto es, incapacidad para distinguir lo real de lo que no lo es.

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Lo único cierto, verdadero, "en serio y en real", como decía el maestro García Bacca, es que a un año del lanzamiento y gracias a la ayuda del pueblo de Mao, estamos comenzando a caminar con nuestros propios pies: se han instalado mil 549 antenas, de las cuales mil 220 están en el sector educativo para materializar programas de formación a distancia. Además 193 infocentros cuentan con la conexión satelital, con servicios de calidad y totalmente gratis para nuestro pueblo.


Hay que decirlo, debemos repetirlo: ¡¡Esto sólo es posible en Socialismo!! Gracias al Satélite Simón Bolívar hemos logrado traspasar las fronteras como consecuencia de la ejecución de un proyecto con la República Federativa del Brasil para conectar las zonas limítrofes e incluir, muy en especial, a las comunidades indígenas, por siglos aisladas.


Y gracias al Satélite Simón Bolívar nos hemos informado, en tiempo real, de la decisión tomada por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño de dar su visto bueno al protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur, tres años después de la aprobación por parte de los Presidentes de cada uno de los países que conforman este gran bloque regional.


Es una gran victoria para la unidad nuestra americana, la que hemos celebrado con Lula este viernes visitando el Centro de Formación Agrario Socialista "Abreu e Lima", en la Mesa de Guanipa, estado Anzoátegui: vamos a producir 70 mil toneladas de soya, una vez completadas las tres fases del proyecto en 2011, lo que permitirá la transformación del producto en carne, aceites, leche, así como alimentos para el consumo animal. Pero no sólo eso: Venezuela va a ser, en un mediano plazo, un país exportador de soya.


Hay que decirlo: ¡Esto es sólo posible en una Venezuela que echó abajo las cadenas de la dependencia capital- imperialista! Es a esto a lo que le tienen miedo en el Norte, lo que aterra a los capitalistas: el hecho innegable de que nos estamos convirtiendo en un paradigma que bien puede extenderse a los mismísimos Estados Unidos. Razón tienen entonces Hobbs y Phillips cuando lanzan una pregunta que bien pudieran estar haciéndose ya muchos estadounidenses: "Si un país como Venezuela puede ofrecer al pueblo programas y servicios de cierta calidad, ¿por qué no puede hacerlo Estados Unidos, dada su mayor capacidad de recursos, y repetir el éxito aquí?"


II
"Las lecciones de la Historia los ejemplos del Viejo y el Nuevo Mundo, la experiencia de veinte años de revolución han de serviros, como otros tantos fanales colocados en medio de las tinieblas de lo futuro", nos dice Bolívar en su Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia (la Grande) el 20 de enero, a once meses del diciembre de su muerte, en 1830.


Mensaje más que pertinente hoy por hoy, ante el irreflexivo y cuestionable comportamiento del Gobierno colombiano tras la detención de dos agentes del DAS acusados de estar en labores de espionaje en Maracaibo.


Igual que ciego e irreflexivo ha sido el papel del mismo sector de siempre, de los medios de comunicación privados: siguen fortaleciendo la misma espuria matriz y pretenden hacer ver a Venezuela como la responsable del conflicto histórico colombiano. Sencillamente, la ceguera política no les da para ver qué es lo mejor para la Patria y para la América del Sur. Han quedado, una vez más, en evidencia.


Más aún si nos atenemos a las investigaciones que adelanta el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia.


En este pequeño espacio impreso debemos dejar claras dos cosas: primero, que el pueblo y el Gobierno venezolano han sido de abierta y declarada vocación pacifista --la misma vocación de la inmensa mayoría del pueblo colombiano, y segundo, que la matriz que buscan erigir en contra de Venezuela no resiste un análisis serio.


Peligrosa pamplina la de un muy específico y poderoso sector mediático y político: peligrosa pamplina la de los más recientes discursos del DAS. Peligrosa y patética la matriz que sostiene la plataforma mediática y que refleja una pauta común: allanar el camino para la criminalización de Venezuela al estilo yanqui. Con variaciones, es la misma criminalización que contra Irak, contra Irán, contra Afganistán, contra Corea del Norte, contra Cuba, contra Bolivia, contra Ecuador: un eje del mal hecho a la medida de los Estados Unidos.


El avieso espíritu de las ficciones legales de Santander es el mismo de las actuales tesis mediáticas, si es que fuera posible llamar tesis a un puñado de acusaciones irresponsables que revientan, como caja de resonancia, en los medios privados, con el fin de que éstos confeccionen la noticia de acuerdo a su mínima clientela: el minúsculo grupo de potentados pitiyanquis.


Muy a pesar de quienes pretenden dividir a Colombia y Venezuela, nuestra geografía espiritual y la historia común de nuestros pueblos están allí como una fuerza viva.

Fueron Colombia y Venezuela las grandes protagonistas de la Independencia fundacional; lo serán, también, de la Independencia definitiva: he allí el único destino manifiesto que admiten Colombia y Venezuela. Y Ecuador, ¡Colombia la Grande! Lo sé yo, lo sabes tú, compatriota: detrás de un grupo de gente con mucho poder que le tiene secuestrada la vida a Colombia, existe un pueblo, el mismo nuestro, que sí conoce las consecuencias de un conflicto demencial y fratricida.

Ambos pueblos hacen suya, hoy más que nunca, esta premisa de nuestro Padre Libertador: "Yo sé que cada República americana tiene pendiente su suerte del bien de las demás y que el que sirve a una sirve a muchas".


Y aquel su postrer aliento: "Mis últimos votos son por la felicidad de la patria..." ¡Viva Bolívar! ¡¡Venceremos!!

Hugo Chávez