domingo, 27 de diciembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 53

¡¡Feliz Año Nuevo, Feliz 2010!!

"...Hoy el porvenir se está nutriendo de la esperanza: esperanza concreta y tangible que se encarna en la vía venezolana hacia el socialismo", expresó el presidente Chávez en sus reflexión dominical

I

Navidad: tiempo de alegría, tiempo de esperanza. Decía ese gran pensador nuestro llamado Ludovico Silva: "No hay peor infierno que la falta de esperanza (...) Perder la esperanza es no tener futuro; el porvenir se nutre de ella".

Y vaya que ahora en Venezuela podemos decir, sin temor a exagerar, que estamos saliendo del infierno en el que nos habían sumido quienes tan mal uso hicieron del mandato de nuestro Pueblo durante cuarenta largos años.

Por el contrario, hoy el porvenir se está nutriendo de la esperanza: esperanza concreta y tangible que se encarna en la vía venezolana hacia el socialismo.

Buena nueva socialista, alumbramiento del porvenir, constituye la inauguración de la primera Arepera Socialista en esta semana: estamos dándole vida a una visión y a una práctica comercial que son radicalmente inéditas en Venezuela. Estamos haciendo realidad un principio socialista: los alimentos no son una mercancía; la satisfacción de las necesidades básicas -en este caso, la alimentación- no puede ser entendida como un negocio.

La nueva Corporación de Mercados Socialistas (COMERSO) es un eslabón fundamental del nuevo sistema de producción, distribución y consumo que estamos creando: el Pueblo va a contar con un conjunto de tiendas, con productos de calidad, a precios incomparables con respecto al mercado capitalista.

Nuestro propósito es quebrarle el espinazo a la especulación salvaje que ha estado reinando impunemente.

En el mismo orden de ideas, este miércoles adjudicamos los primeros automóviles de la filial automotriz de COMERSO. No solamente aplicamos el principio cristiano y socialista de a cada quien según su capacidad, para cada quien según su necesidad, sino que estamos haciéndoles justicia a los compatriotas que han sido victimas del fraude, o que hayan perdido el vehículo en accidente o robo.

II

Quiero tomar prestadas unas palabras del Che: "Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida".

Hago un llamado a todos y todas ustedes, compatriotas, para estar vigilantes en función de salvaguardar el propósito fundamental de nuestra Revolución Bolivariana: la mayor suma de felicidad posible para todos los venezolanos y venezolanas.

En este mismo sentido, tenemos fe que el recién creado Banco Bicentenario, contribuirá sobremanera para alcanzar el cambio de espíritu necesario para el logro de la emancipación que aspiramos.

Erradicar el uso de las armas melladas que el capitalismo ha inoculado desde tiempos inmemoriales, no es tarea fácil, lo reconozco. Es por ello que pido, a todos y a todas, un esfuerzo heroico para que comience el cambio de mentalidad en cada uno y cada una. He allí la primera y más grande liberación: la que obra por dentro de nosotros y nosotras.

III

Recordemos, una vez más, como en la voz de la Virgen María suena el más poderoso mensaje de liberación para los pobres de la tierra:

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide con las manos vacías.

Si la Madre de Dios ha sido capaz de pronunciar tales palabras, es porque el reino de su Hijo no puede ser otro que cada barrio, cada campo, cada lugar, donde todos los días ella sigue pariendo, amamantando y cargando con la esperanza humana.

María, es cada madre venezolana. Por todas y cada una de ellas, las dadoras de amor, nació la Misión Niño Jesús esta semana: para defender, contra todo peligro, el germen del hombre nuevo y la mujer nueva de la Patria Bonita.

IV

Estas son las últimas Líneas del año. Con esta última entrega, cerramos el 2009 y volveremos arrancando el 2010.

Este año que finaliza abre las puertas al epicentro temporal de la Era Bicentenaria. En el 2010 se inicia, como pensaba el Maestro Augusto Mijares, la conmemoración de nuestro primer ciclo de liberación republicana. Es el torrente histórico que hoy pervive en nuestra memoria como pueblo: nuestra herencia bolivariana. Herencia que hoy más que nunca necesita definición: hacerse cuerpo efectivo en nuestra práctica política. Se trata de merecernos esta herencia, como dice Luis Britto García.

No será un año fácil: los agentes de la reacción internacional preparan su guión para revertir el proceso emancipador que vive Nuestra América. Véase la amenaza imperial en ciernes contra Venezuela desde Colombia: la Colombia hermana convertida en el Israel de la América del Sur.

La dictadura militar hondureña continúa en el poder. La reacción, en todos nuestros países, cuenta ahora con un modelo de golpe de Estado para el siglo XXI: golpes con fachada legal que llevan el sello made in USA.

No hay que llamarse a engaños: se acabó la ilusión Obama y el descarado intervencionismo de la nueva administración gringa así lo demuestra. Preparémonos, entonces, para defender nuestra soberanía en todos los terrenos.

En materia ecológica, ha quedado clara la posición de los países industrializados, toda vez que relativizan y ponen en entredicho el funcionamiento de la ONU como organización mundial efectiva en función de la defensa del principio de igualdad entre las naciones. Quienes nos están colocando al borde de un ecocidio inimaginable, los causantes del cambio climático, deben ser obligados a asumir sus responsabilidades.

A lo interno, el 2010 va a estar marcado por las elecciones legislativas: su valor es trascendental para la continuidad y profundización socialista de la Revolución Bolivariana; va a ser, en síntesis, un gran momento de definición política.

El ejercicio de las 3R debe ser nuestra bandera de lucha y nuestra cartilla de dirección: se trata de lograr el destrabamiento burocrático y de avanzar en la solución inmediata y revolucionaria de los problemas más álgidos de la Nación.

La Asamblea Nacional está obligada a reimpulsarse cada día. La lucha abierta contra el burocratismo, la corrupción, la ineficiencia, la inseguridad, exige y exigirá mucho más de las diputadas y los diputados revolucionarios.

"El desarrollo moral del hombre es la primera intención del Legislador", dice nuestro Padre Libertador en su Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia el 25 de mayo de 1826. El desarrollo de la moral revolucionaria del hombre y la mujer, agregaríamos nosotros aquí y ahora.

Este 2010, pensando junto a José Martí, iremos hacia la raíz, profundizaremos al máximo la radicalización del proceso revolucionario: "A la raíz va el hombre verdadero.

Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quien no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres".

Mujer, hombre, joven, niña o niño, compatriota que me lees, te invito a terminar el año con el Padre Bolívar, cuando nos dejó, cual Fidel del Siglo XIX, aquella sabia reflexión con la cual colocó al tiempo del lado de nosotros, los revolucionarios y revolucionarias:

"Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas de sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser muy superiores a los pretéritos".

El tiempo, decía Marx, lo es todo: Es el sinónimo de la vida.

Se va un año, el 2009. Y llega el 2010, último de esta primera década del siglo XXI...

¡¡Feliz y venturoso año nuevo a toda la gran familia venezolana!!

¡¡En el 2010, también venceremos!!

Hugo Chávez Frías

domingo, 20 de diciembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 52

La Batalla de Copenhague

La XV Conferencia del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Dinamarca fue definida por el presidente Hugo Chávez como el comienzo de la batalla decisiva por la salvación del planeta en el terreno de las ideas y en el de la praxis

I
Copenhague fue el escenario de una batalla histórica en el marco de la XV Conferencia del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Mejor dicho: en la bella y nevada capital de Dinamarca, comenzó una batalla que no concluyó el viernes 18 de diciembre de 2009. Quiero reiterarlo: Copenhague fue apenas el comienzo de la batalla decisiva por la salvación del planeta. Batalla en el terreno de las ideas y en el de la praxis.  

1261256226foto_1_002
El brasileño Leonardo Boff, gran teólogo de la liberación y una de las voces más autorizadas en materia ecológica, en un artículo medular, titulado Lo que está en juego en Copenhague, dejó escritas estas palabras plenas de lucidez y valentía: ¿Qué podríamos esperar de Copenhague? Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar. Y un propósito simple: Vamos a cambiar de rumbo.


A eso fuimos, precisamente, a Copenhague: a batallar por un cambio de rumbo en nombre de Venezuela y en nombre de la Alianza Bolivariana. Y más aún: en defensa de la causa de la humanidad y, para decirlo con el Presidente Evo Morales, en defensa de los derechos de la Pachamama, de la Madre Tierra. 
Sabiamente lo dijo el mismo Evo, quien junto a este servidor, le tocó asumir la vocería de la Alianza Bolivariana: Aquí está en debate, si vamos a vivir o vamos a morir. 


Todas las miradas del mundo se concentraron en Copenhague: la XV Conferencia sobre el Cambio Climático nos permitió calibrar de qué fibra estamos hechos, dónde habita la esperanza y qué podemos hacer para fundar lo que el Libertador Simón Bolívar definiera como el equilibrio del universo; un equilibrio que nunca podrá alcanzarse dentro del sistema-mundo capitalista. 


II
Antes de nuestra llegada a Copenhague, el bloque africano, respaldado por el Grupo de los 77, se había encargado de denunciar que los países ricos estaban desentendiéndose del Protocolo de Kyoto, esto es, del único instrumento internacional que existe para luchar contra el calentamiento global: el único que impone sanciones a los Estados industrializados y protege a los países en desarrollo. 


Necesario es reconocer que la batalla ya se había iniciado en las calles de Copenhague, con la juventud en la vanguardia protestando y proponiendo: pude ver y sentir, desde mi arribo a la capital danesa el 16 de diciembre, la fuerza histórica de otro mundo que, para la juventud, ya no sólo es posible sino que es absolutamente necesario. 


III
En Copenhague, desde un principio, las cartas quedaron sobre la mesa a la vista de todos. De un lado, las cartas de la mezquindad y la insensatez brutal del capitalismo que no da su brazo a torcer en defensa de su lógica: la lógica del capital, que sólo deja muerte y destrucción a su paso cada vez más acelerado. 


Del otro lado, las cartas del reclamo de los Pueblos por la dignidad humana, la salvación del planeta y por un cambio radical, no del clima, sino del sistema-mundo que nos ha colocado al borde de una catástrofe ecológica y social sin precedentes. 


De un lado, los triunfadores de una civilización mercantil y utilitaria, esto es, los “civilizados” que desde hace mucho tiempo se olvidaron del ser, para apostar ciegamente a un tener, cada vez más insaciable. 


Del otro lado, los “bárbaros” que seguimos empeñados en creer, y en luchar por ello, que, cambiando radicalmente de lógica, se puede maximizar el bienestar humano, minimizando los impactos ambientales y ecológicos; que sostenemos la imposibilidad de defender los derechos humanos, como lo planteara el compañero Evo Morales, si no se defienden antes los derechos de la Madre Tierra; que actuamos con el firme propósito de dejarles planeta y porvenir a nuestras descendencias. 


No me cansaré de  repetirlo a los cuatro vientos: la única alternativa posible y viable es el socialismo. Lo dije en cada una de mis intervenciones ante todos los representantes del mundo congregados en Copenhague, la cita mundial más importante en los últimos doscientos años: no hay otro camino, si queremos detener esta carrera desalmada y envilecida que sólo nos promete la aniquilación total. 


¿Por qué le temen tanto los civilizados a un proyecto que aspira la construcción de la felicidad compartida? Le temen, hablemos claro, porque la felicidad compartida no genera ganancia. De allí la lucidez meridiana de aquella gran consigna de la protesta callejera de Copenhague que hoy habla por millones: “Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado”. 


Los “civilizados” no toman las medidas que deben tomar, porque eso, sencillamente, los obligaría a cambiar radicalmente su voraz modelo de vida, signado por el confort egoísta y eso no habita en sus fríos corazones, que sólo palpitan al ritmo del dinero. 

Por eso, el imperio llegó a última hora, el 18 de diciembre, a ofrecer migajas a manera de chantaje y así lavar la culpabilidad marcada en su rostro. Frente a esta estrategia del bolsillo lleno, se escuchó por Dinamarca la voz clara y valiente de la pensadora hindú Vandana Shiva diciendo una gran verdad: “Creo que es hora de que Estados Unidos deje de verse a sí mismo como donante y comience a reconocerse como contaminador: un contaminador debe pagar una compensación por los daños y debe pagar su deuda ecológica. No se trata de caridad. Se trata de justicia”.


Debo decirlo: en Copenhague se acabó definitivamente la ilusión Obama. Quedó confirmado en su condición de jefe del imperio y “Premio Nóbel de la Guerra”. El enigma de los dos Obama ha quedado resuelto.


El viernes 18 llegaba a su fin sin un acuerdo democráticamente consensuado: Obama montaba tinglado aparte, en una nueva violación de los procedimientos de la ONU, por lo que nos vimos obligados a impugnar cualquiera resolución que no pase por el respeto a la vigencia del Protocolo de Kyoto. Respetar y potenciar Kyoto es nuestra divisa. 


No fue posible un acuerdo en Copenhague por la falta de voluntad política de los países ricos: los poderosos del mundo, los hiperdesarrollados, que no quieren ceder en sus patrones de producción y consumo tan insensatos como suicidas. “El mundo a la mierda, si se atreven a amenazar mis privilegios y mi estilo de vida”, es lo que parecen reiterar con su conducta: ésta es la dura verdad que no quieren oír de quienes sí actuamos bajo el imperativo histórico y categórico de cambiar de rumbo.


Copenhague no es un fin, lo reitero, sino un comienzo: se han abierto las puertas para un debate universal sobre cómo salvar al planeta, a la vida en el planeta. La batalla continúa. 


IV
Nos tocó conmemorar el 179 aniversario de la desaparición física de nuestro Libertador en un acto del más hondo contenido revolucionario: me refiero al Encuentro de la Alianza Bolivariana con los movimientos sociales de Dinamarca el 17 diciembre. Allí pude sentir, una vez más, que Bolívar ya no sólo es bandera venezolana y nuestroamericana, sino que es cada vez más, líder universal. 


Es su herencia viva y combatiente, encarnada hoy en la Alianza Bolivariana, que se está haciendo mundo: la herencia que nos llevó a Copenhague a dar la batalla por la Patria Grande, que es, al mismo tiempo, darla por la causa de la humanidad. 


En realidad y en verdad: ¡Bolívar vive! En Copenhague confirmé que está más vivo que nunca.


Y ahora sí Vencerá.
¡Ahora sí Venceremos!

Hugo Chávez Frías

MINCI

domingo, 13 de diciembre de 2009

Las Líneas de Chávez No. 51

Del Mercosur al Alba

"El 14 de diciembre de 2004 nació, en La Habana, el instrumento unitario y antiimperialista por excelencia con Cuba y Venezuela en la vanguardia. Hoy, cinco años después, la presencia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) es la cartilla de dirección por la que asumimos el sueño bolivariano: el mandato histórico de nuestros pueblos cuya unidad espiritual trasciende las fronteras", manifiesta el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.alb_299_300

“Un buen ciudadano debe siempre pensar con respecto a sí mismo, lo que calcularía con respecto a los demás, poniéndose siempre fuera de la esfera de sus intereses personales y de sus propias inclinaciones”, decía nuestro Libertador Simón Bolívar el 22 de septiembre de 1817.


He allí la regla de oro, el fundamento principal, el barro originario de donde deben formarse la mujer nueva y el hombre nuevo que hagan posible la real democracia revolucionaria que soñamos; para que, por igual, exista una Sociedad Republicana, “…la que se compone de hombres ÍNTIMAMENTE unidos por un común sentir de lo que conviene a todos—viendo cada uno en lo que hace por conveniencia propia, una parte de la conveniencia GENERAL”, como bien decía Simón Rodríguez, nuestro primer bolivariano, en Sociedades Americanas de 1828, al formular la base de nuestro pensamiento emancipador, raíz de nuestro real y verdadero socialismo.


Es esta la gran batalla que tenemos que seguir dando, y la más difícil de todas, para evitar que “el robo, la traición y la intriga, triunfen del patriotismo y de la rectitud”, como solía decir nuestro Bolívar.


Cuando nuestros esfuerzos han rendido frutos excelentes contra el crimen organizado y las mafias de la banca, la corrupción que impera en ciertos juzgados ha pretendido quitarnos la esperanza de seguir mejorando. A Dios gracias pareciera tratarse de un caso aislado: el de una jueza complaciente y corrupta.


Hago un llamado de Exhorto al Poder Judicial, representado por el Tribunal Supremo de Justicia, a mantenerse vigilante y evitar que así se pierdan tantos esfuerzos que desde el Ejecutivo, el Ministerio Público y la Asamblea Nacional hemos venido desplegando para la salvaguarda de los intereses de nuestro Pueblo: los únicos intereses que deben importarnos.


Es una gran verdad innegable la que anda por las calles y en la voz de nuestros compatriotas: ¡Aquí ahora sí hay Gobierno! Pero ello no basta si queremos tener República: el tiempo es propicio para que todos los poderes, liberados del lastre de su división —como consecuencia de una nefasta herencia que debemos superar más temprano que tarde— trabajen coordinadamente como lo exige el constitucionalismo popular que toma forma en Venezuela y en Nuestra América. Debe llegar el día en que la voz del pueblo pueda decir con plena certeza: ¡Ahora sí tenemos Estado!


    II
No hay tiempo revolucionario que, en tanto que tal, no se desenvuelva de acontecimiento en acontecimiento, más allá de las simples sucesiones que caracterizan los momentos evolutivos. Y es ésta una de las razones que nos convencen de que en Venezuela y en toda Nuestra América estamos en Revolución.
Tantos han sido los acontecimientos de esta semana que sería imposible abarcarlos todos en estas breves líneas. Intentaré una apretada síntesis.


Quiero resaltar, en primer término, nuestra asistencia a la Cumbre de Mercosur, en Montevideo, Uruguay.


Una vez más voy a reiterarlo: Venezuela quiere ser miembro pleno de Mercosur. Pero en nuestra actual condición de miembro 1260649263foto_1jpgasociado, seguiremos jugando fuerte por la integración y, aún más, por la unión. “Unidos o dominados”, como decía mi general Perón; y decir Perón es decir Bolívar, San Martín y tantos otros y tantas otras. Como reza el viejo dicho popular, la unión hace la fuerza: la unión plena.


El Banco del Sur, Petrosur, Telesur son instrumentos para fortalecer a un nuevo Mercosur: a un Mercosur que responda al cambio de época.


Luego estuvimos en Buenos Aires, el 9 de diciembre, para honrar los compromisos que junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estamos empeñados en cristalizar, superando las dilaciones y los obstáculos creados por ese peligroso enemigo contrarrevolucionario: la burocracia.


No podía ser más propicia la fecha para efectuar nuestra reunión trimestral de trabajo: aniversario de la batalla de Ayacucho; de “la cumbre de la gloria americana”, como decía nuestro Libertador.


Vale la pena destacar que 13 grandes barcos cargados de cientos de contenedores vienen por aguas del Atlántico hacia Venezuela, para traernos productos argentinos.


Igualmente, Aerolíneas Argentinas y Conviasa aumentarán su número de vuelos entre Caracas y Buenos Aires, para ampliar nuestro eje turístico y estratégico comercial. En fin, son 63 proyectos, la gran mayoría en ejecución, que reafirman la fuerza histórica de la unidad. 
   III 
El 10 de diciembre hemos celebrado 150 años de la gesta de Santa Inés. Celebración viva y en batalla por la dignificación de nuestros campesinos y campesinas.


El verbo de César Rengifo se ha hecho carne en este nuevo tiempo histórico: “¡Porque ya Ezequiel Zamora va con el pueblo y hay una tempestad por los caminos!”.


El espíritu zamorano está, una vez más, al frente de la batalla por la tierra, por la liberación de las tierras comunes: la guerra a muerte contra el latifundio, ese anacronismo tan feudal como improductivo, debe reimpulsarse permanentemente.


¡Ni una traición más para la causa agraria y para los campesinos 1260649393foto_2jpgy campesinas de Venezuela! Estamos dispuestos a hacer respetar sus derechos: allí está la Fuerza Armada Bolivariana, como un todo, para corroborarlo frente a quien sea y contra quien sea. Igualmente, la sangre de tantos dirigentes campesinos asesinados clama por el cese de la impunidad y por el sí definitivo a la justicia.


     IV
“Una sola debe ser la Patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad”, le escribe nuestro Padre Libertador a Juan Martín Pueyrredón, supremo director de las Provincias del Río de La Plata en 1818. El imperativo que se desprende de estas palabras sigue siendo nuestra meta suprema, el rumbo de nuestros pueblos, la vía hacia nuestra regeneración como Patria unida y grande.


El 14 de diciembre de 2004 nació, en La Habana, el instrumento unitario y antiimperialista por excelencia con Cuba y Venezuela en la vanguardia. Hoy, cinco años después, la presencia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América es la cartilla de dirección por la que asumimos el sueño bolivariano: el mandato histórico de nuestros pueblos cuya unidad espiritual trasciende las fronteras.


Hoy quiero insistir en un punto de honor: el golpe contra Honduras fue un golpe contra la Alianza sucreBolivariana. Pero, igualmente, el carácter irreversible de este proceso unitario y revolucionario se mantiene vivo en la resistencia del pueblo hondureño: en su ejercicio de conciencia y en su dignidad reconquistada.


Nunca como ahora han retumbado con tanta fuerza las palabras de José Martí, apóstol de Nuestra América: “¿A dónde va la América, y quién la junta y guía? Sola, y como un solo pueblo, se levanta. Sola pelea. Vencerá, sola”. Nuestra América va hacia su definitiva Independencia. Hoy la Alianza Bolivariana la junta y la guía.


¡¡ Patria socialista o muerte !!
¡Venceremos!

Hugo Chávez Frías

domingo, 6 de diciembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 50

6 D: 11 Años Después

Necesario es insistir en la profunda diferencia existente entre la lógica del Estado revolucionario que estamos creando, que hace del pueblo su razón de ser, y la lógica del Estado burgués.

I
La publicación de esta nueva entrega de Las líneas de Chávez —la número 50: no es poca cosa— coincide con el décimo primer aniversario de la gran victoria popular del 6 de diciembre de 1998.
En esta luminosa y trascendente fecha, la voluntad soberana de las mayorías liquidó definitivamente al modelo político puntofijista que desgobernó y saqueó a Venezuela durante cuarenta largos años, abriendo de par en par los grandes portones de un nuevo tiempo histórico: el tiempo de la Revolución hecha Gobierno.

chavez1
La Revolución que se inició con la rebelión popular del 27 de febrero de 1989, y prosiguió con las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, desencadenó un largo y complejo proceso de organización y acumulación de fuerzas que hizo posible la espléndida y hermosa síntesis del 6 de diciembre de 1998.


Aquel memorable 6 de diciembre el pueblo tomó la decisión irrevocable de convertirse en protagonista de su propia historia y conductor de su propio destino. No se trataba de una jornada electoral más ni de cambiar a un presidente por otro: el pueblo quería ser y se hizo el alfarero de una nueva República y el constructor de una Venezuela real y verdaderamente libre, real y verdaderamente soberana, real y verdaderamente independiente.

Compatriotas: A la luz de este gran día de aniversario quiero volver a expresar, con el más fiel y acendrado sentimiento de amor, la infinita admiración y la no menos infinita gratitud que siento hacia ustedes, el gran pueblo del Padre Simón Bolívar. A ustedes me debo: a ustedes le pertenece mi vida.


II
¡Bancos para el Pueblo!


Necesario es insistir en la profunda diferencia existente entre la lógica del Estado revolucionario que estamos creando, que hace del pueblo su razón de ser, y la lógica del Estado burgués.


Dentro de la lógica del Estado burgués el capital se paga y se da el vuelto: lo único que importa es el fortalecimiento permanente del propio capital para sostener una estructura económica que no sólo vela por los privilegios abusivos de unos pocos, sino que está diseñada para la reproducción de un modelo de sociedad signado por la desigualdad y la exclusión de las mayorías.


Hagamos memoria: cuando la crisis financiera sacudió a Estados Unidos, vimos cómo el poder del Estado salió presto a auxiliar a los banqueros corruptos dejando en el olvido a los ahorristas.


En nuestro caso, la intervención estatal de —hasta ahora— siete bancos se orienta, sin ambigüedades, hacia la protección de los y las ahorristas, garantizándoles lo que les pertenece por derecho. En este caso concreto, se trata de la cantidad de 713.200 depositantes que confiaron en esos siete bancos. Pero, además, tomamos la decisión de pasar al sistema financiero público a dos de estos bancos con la soberana intención de fortalecer y ampliar el apoyo a los sectores socialmente más necesitados.


¡Vaya diferencia! Allá los banqueros son protegidos para que continúen con sus marramuncias; aquí los delincuentes de cuello blanco van a parar a la cárcel.


Indigna que las voces apátridas y desestabilizadoras que se dan cita en los medios privados pretendan crear zozobra a partir de falsedades: son las mismas voces que no dijeron nada en relación con la crisis financiera del país del Norte al que tanto veneran. ¡No se saldrán con la suya: no podrán con nosotros!


Tengamos presente que “uno de los graves problemas que hoy deben enfrentarse son las derivaciones que ha generado un sistema y, en este caso, un sistema financiero propio del capitalismo, que ha provocado a lo largo de la historia innumerables crisis”, tal como lo señaló, con toda precisión, nuestro ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, el pasado 30 de noviembre.


Estamos sentando un precedente histórico. Si echamos la mirada hacia atrás, nos encontramos con una sucesión de gobiernos que sólo privilegiaban a los dueños de la banca, premiándoles sus fechorías, tal y como sucedió con el último Gobierno de la 4ta República, al que nunca le importó la suerte de los miles y miles de compatriotas que se convirtieron en víctimas de la crisis bancaria de 1994. Todo lo contrario: procedió a auxiliar financieramente a los causantes de aquella terrible crisis, quienes no conformes con robar flagrantemente a sus ahorristas, procedieron a volarse con la plata del Estado, esto es, con el dinero de todos los venezolanos. Ni uno solo de los llamados banqueros prófugos pagó por sus delitos.


Razón tenía José Martí: “Importa que el dinero sea abundante, importa más que lo den manos honradas”. No permitiremos, pues, que la deshonra nos contamine y deshumanice: hay que hacer imperar la justicia si queremos seguir avanzando en el proyecto bolivariano. Dejar que los banqueros delincuentes se salgan con la suya equivaldría a defraudar la confianza del pueblo y, más aún, a herir gravemente al alma nacional.


Estamos obligados a llamar al pan, pan, y al vino, vino, fuera de todo eufemismo cómplice y justificador de lo injustificable: ésta debe ser la base de nuestro discurso ante una arremetida mediática que, todos los días, lanza a los cuatro vientos que Chávez “quiebra bancos para hacerse de ellos”. No basta decir que “hemos liquidado dos bancos”: necesario es explicar, detalladamente, el porqué de su liquidación, cuáles son las causas que llevaron a tal decisión, con las pruebas en la mano, para que tales banqueros queden ante la opinión pública como lo que real y verdaderamente son: vulgares ladrones, rateros encorbatados, carteristas y cleptómanos empedernidos que, al menor descuido, te vacían los bolsillos y todo lo que tengas en tu casa.


Cierto que hemos derrotado, en gran medida, la campaña terrorista de los medios privados, pero necesario es pulverizarla completamente, a sabiendas de que un sector no desdeñable de nuestra población continúa bajo su desquiciante influencia.


III
¡Evo Bolivia!
En el día de hoy nuestra hermana Bolivia, la hija predilecta del Libertador, va a consolidar el proyecto transformador que lidera nuestro camarada Evo Morales.


Resuenan ya los cantos de victoria que bajan del nevado Sajona, de las serenas aguas del Titicaca, del Altiplano, de las salinas de Uyuní.


Se preguntaba nuestro Libertador: “¿Qué quiere decir Bolivia?”. Y se respondía con absoluta convicción: “Un amor desenfrenado de libertad”. Un amor que volverá a imponerse en este día.


Bolivia avanza hacia su definitiva descolonización: hoy se reconoce, con renovado orgullo, en la fuerza y la densidad de la milenaria memoria aborigen. Los olvidados y excluidos de siempre han dejado de ser las víctimas seculares del racismo y la segregación: hoy ejercen el poder y son legítimos dueños de su destino y su dignidad.


Todo ello ha sido posible porque en la Presidencia está uno de los suyos que, cada día, cumple fielmente con el sagrado mandato de gobernar obedeciendo. Un mandato que, desde siempre, lleva en la conciencia y en el corazón.


Son las tradiciones originarias las que están en el poder con Evo: es el modo comunitario de producción y de vida el que está en el poder con Evo. Evo es un jefe indio que no va a traicionar ni a traicionarse porque es fiel a un legado ancestral que está más vivo que nunca.


Hoy los bolivianos y bolivianas se lanzarán a las calles, campos y serranías a respaldar a un hombre que se las está jugado junto a ellos y ellas: a Evo Pueblo, Evo Bolivia.


¡¡ Patria socialista o muerte !!
¡¡Venceremos para siempre!!

Hugo Chávez Frías

fuente www.minci.gob.ve

domingo, 29 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 49

¡Campeones Bolivarianos!

Quiero destacar, con gran satisfacción y orgullo, la visita que este miércoles nos dispensó el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad

I
Creo que hasta los pronósticos más atrevidos se quedaron cortos ante el rotundo éxito que nuestros atletas, el maravilloso colectivo que conforman entre todas y todos, han obtenido en los XVI Juegos Bolivarianos. Venezuela se alzó con su décimo tercer título bolivariano, superando su propio récord en medallas de oro que era de 189 (en Ecuador 2001): 205 preseas doradas, 166 de plata, 96 de bronce, para un total de 467. Y ello no es más que un preludio de lo que nuestras muchachas y muchachos pueden hacer, rumbo al gran compromiso de Londres 2012.

imagen_nota_juegos_bolivarianos2009
“Ciertamente, el oro y la plata son objetos preciosos; pero la existencia de la República y la vida de los ciudadanos son más preciosos aún”, decía nuestro Bolívar en 1820. Y si he querido recordar esta hermosa frase es para que reflexionemos sobre el significado y sentido del hecho innegable de que, por primera vez, no sólo podemos afirmar la existencia de una real y verdadera República, sino que por primera vez tenemos Patria donde la vida de cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas constituye el más precioso de nuestros fines. La cosecha de oro, plata y bronce obtenida en Bolivia es luminoso testimonio de la dignificación personal y colectiva que nuestro pueblo todo viene alcanzando.


¡¡Felicitaciones, campeones bolivarianos!!


II 
Quiero destacar, con gran satisfacción y orgullo, la visita que este miércoles nos dispensó el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad: ese gladiador de las luchas antiimperialistas, así lo he llamado, ejemplo de firmeza, de constancia, de batalla, por la libertad de su pueblo.


La Revolución Iraní y la Revolución Bolivariana son hijas de una misma Historia, la de las luchas de nuestros pueblos por su liberación.


En compañía de Ahmadinejad no sólo hemos firmado un grupo de nuevos convenios, sino que mostramos además los grandes avances en la ejecución de los numerosos proyectos que ambos países hemos puesto en marcha.


Vamos unidos con Irán en una dinámica internacional que cada día crece más y más, orientada por aquello que nuestro Libertador Bolívar denominaba el equilibrio del universo. Bien lo dijo Ahmadinejad: “Hoy ya no sirven el armamento o las municiones, nadie puede imponer su opinión mediante armas a los pueblos, esa es una lógica ya derrotada”.


Es a través de la liberación de los pueblos como podremos alcanzar la grandeza de la Humanidad como un todo. Y es a través de la unión de nuestros pueblos como lograremos la ansiada liberación.


III
Hoy domingo 29 de noviembre, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino.


Recordemos el verbo fundador de Mahmud Darwish, que sigue haciéndose carne, día a día, en los palestinos y palestinas heroicos por medio de su resistencia: “Nuestra patria resplandece a lo lejos / E ilumina su entorno… / Pero nosotros en ella / Nos ahogamos sin cesar”.


La Patria palestina, desde siempre ha latido, a pesar de la lejanía geográfica, en el corazón de todos los venezolanos y venezolanas: ha resplandecido en nuestro espíritu y sentimiento libertario, antiimperialista y anticolonial, fundado en nuestra profunda herencia bolivariana.


Por todo ello recibimos la visita, esta semana, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, para renovar y reafirmar nuestra solidaridad inquebrantable con la causa del pueblo palestino.


Exigimos y seguiremos exigiendo al Estado de Israel que no siga perturbando, obstaculizando y desestabilizando la existencia libre, soberana e independiente de Palestina.


A quienes hace días, el 9 de noviembre, “celebraban” —entre comillas, porque ya ni saben qué es lo que celebran— los 20 años de la caída del muro de Berlín, hay que recordarles la existencia de un muro que simboliza toda la ignominia de este mundo, un muro que debería caer definitivamente en la actualidad: el muro construido por Israel a lo largo de Cisjordania. El muro del apartheid contra el pueblo palestino.


IV
Al escribir estas líneas no tenemos noticia cierta de lo que sucederá en la farsa electoral que se realizará en Honduras. No puede tener otro nombre que farsa, lo que a todas luces es la segunda etapa de un golpe de Estado. Este es el flamante modelo hondureño: la nueva técnica del imperio, el “golpe legal”.


El rostro del imperialismo se reveló, una vez más, con la traición al presidente Zelaya y al enteramente criticable Acuerdo de San José-Tegucigalpa. Estados Unidos e Israel, lamentablemente junto a un pequeño grupo de gobiernos de la región, se aprestarán a reconocer al “gobierno” que surja de la farsa.


El Imperio está en decadencia pero, por eso mismo, es más agresivo. Cuando el presidente Obama señala que estas “elecciones” son un “comenzar desde cero”, debemos entender no sólo el gesto de hipocresía: es la confirmación del modo en que Estados Unidos busca conservar su poderío en la región.

Tenemos que salirle al paso a esta vuelta de tuerca en la nueva estrategia imperial. La voluntad popular de los pueblos de Nuestra América ha podido revertir situaciones de este calibre. Lo demostró la unidad del pueblo y la Fuerza Armada en la gloriosa jornada del 13 de abril de 2002 en Venezuela. Lo está demostrando el pueblo hondureño en cinco meses de resistencia y el presidente Zelaya con su valiente y dignísimo proceder. Venezuela no reconocerá a otro presidente hasta tanto no se haga justicia.


¡¡¡El pueblo hondureño vencerá!!!



Proceso real y verdaderamente democrático es el que este domingo protagoniza el hermano pueblo del Uruguay: 2,5 millones de uruguayos y uruguayas irán a las urnas electorales para decidir el destino del país durante los próximos cinco años. Nada pueden esperar los uruguayos sino de ellos mismos —para decirlo con el infinito oriental José Gervasio Artigas— y tengo la más segura de las certidumbres de que, con el ejercicio de la soberanía popular, reafirmarán su camino. Hoy más que nunca, parafraseando a Benedetti, el Uruguay existe y, aún más, sabe que existe. ¡Salud al gran pueblo uruguayo!


VI
Ayer sábado continuaron las jornadas del Congreso Extraordinario del Psuv. Una comisión de delegados asistió al homenaje que le hicimos a nuestros Campeones Bolivarianos. Y luego, instalados en plenaria, los 772 delegados de las patrullas socialistas, iniciaron junto al gobierno el abordaje de un conjunto de temas de alto interés para nuestro pueblo. El primero de ellos fue el de la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia. Con la presencia de un conjunto de expertos y de los más de mil compatriotas que están en fase de rigurosa capacitación para conformar las primeras unidades de la Policía Nacional Bolivariana, dimos un intenso y constructivo debate. De allí salieron varias líneas de acción para la gran estrategia y las tácticas correspondientes que nos permitirán derrotar este flagelo.


¡El Gobierno, El Psuv, la Policía Nacional, la Fuerza Armada Bolivariana y el pueblo haremos un solo frente contra el delito! ¡Y venceremos!


Y el congreso del Psuv se va convirtiendo en un gran escenario de debate, de análisis y de soluciones revolucionarias.


¡¡Rumbo al Socialismo!!

Hugo Chávez Frías

domingo, 22 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 48

La Batalla Patria

El miércoles pasado, 18 de noviembre, se cumplió el quinto aniversario del criminal atentado terrorista que le quitó la vida a Danilo Anderson, el Fiscal Valiente.


Nada ni nadie puede ni podrá arrancar del sentimiento popular su luminoso ejemplo. ¡Honor y gloria a Danilo Anderson: adalid de la justicia! Y por Danilo y por todos los mártires de este tiempo de Revolución, no puedo sino unir mi voz a la de todo el pueblo: ¡Castigo a los culpables! ¡Basta de impunidad!


II
De la mayor importancia fue el Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda que se ha celebrado esta semana. Durante dos días, 20 y 21 de noviembre, 53 organizaciones revolucionarias de cinco continentes se dieron cita en Caracas. Felicito al PSUV porque cumplió a cabalidad su rol como organizador.


Las vías hacia el socialismo han vuelto a abrirse: la izquierda está obligada a repensarse en profundidad. El debate de ideas es decisivo para no repetir los errores que distorsionaron y debilitaron la causa socialista en el siglo XX, para que en el siglo XXI el socialismo se convierta, como avizoraba Mariátegui, no en calco o copia, sino en creación heroica y soberana de cada pueblo y, por supuesto, en unidad popular universal para darle vida a un nuevo internacionalismo.

Quiero llamar la atención de mis compatriotas sobre la unanimidad que reinó en este Encuentro con respecto a la instalación de las bases militares yanquis en Colombia. Hay un estado de conciencia común sobre la gravísima amenaza que representan para Venezuela, en primer término, y por extensión para la región suramericana y para toda Nuestra América.


Este Encuentro fue una nueva ratificación de que la Venezuela bolivariana no está sola, hoy está más acompañada que nunca.


III
En las elecciones del pasado domingo 15 de noviembre escogimos, entre nuestra militancia, a los delegados y delegadas al Congreso Extraordinario del PSUV: fue una muestra más del espíritu transformador y de la fortaleza revolucionaria que nos anima.


6_simonbolivarCumplimos nuevamente con el rigor que la historia nos exige. Obedeciendo al designio popular al que nos debemos, llamamos a consulta para consolidar la organización política de nuevo tipo que necesita la Revolución Bolivariana, y con la orientación firme de hacer grande y digna a la Patria. ¡Vaya manera de fortalecernos! Tengo plena certeza de que a través de este ejercicio soberano y participativo, elegimos a hombres y mujeres de espíritu bolivariano y revolucionariamente acendrado, y con el compromiso de servir con pasión y desinterés al pueblo. Al pueblo que se ha puesto en marcha hacia su destino anhelado: el socialismo.


No podemos dar reposo a nuestros brazos ni descanso a nuestras almas hasta que, como quería nuestro Libertador, la igualdad establecida y practicada y la mayor suma de felicidad posible sean realidad viva y tangible para todos y todas.
Cada día debemos ser más y más bolivarianos y bolivarianas.


Cada día debemos sacar el Bolívar que llevamos por dentro.


Lo dicho hasta aquí me permite, ahora, enfatizar la trascendencia del Congreso que se inició ayer sábado 21 de noviembre, y se extenderá hasta el mes de marzo de 2010, como un espacio crucial de reflexiones, debates y definiciones. De allí deben surgir no sólo las orientaciones ideológicas, las concepciones revolucionarias y las críticas inexorables que el partido debe hacerse sin complejos, sino además de allí debe emerger un sentido claro que podamos convertir en praxis transformadora, para allanar el camino que nos conduzca a cumplir en profundidad el proyecto bolivariano y socialista que nos hemos trazado y que estamos ganados a convertir en encarnación histórica.


Se trata de definir colectivamente, con lucidez y audacia, la táctica y la estrategia de la transición hacia el socialismo, rumbo a la Independencia definitiva de Venezuela.


Queremos ser, en realidad y en verdad, un partido de nuevo tipo: estamos en pleno proceso de construcción. Por eso mismo, éste no va a ser un Congreso encerrado sobre sí mismo durante cada fin de semana. Si algo debe caracterizarlo es su profunda carga dialéctica: una dialéctica fecunda y viva generada por la interacción permanente entre los delegados y delegadas con la base militante y con el pueblo todo. No está demás recordarlo: ser delegado o delegada no es un privilegio sino una responsabilidad; ser delegado o delegada no significa ser representante, sino vocero o vocera, conexión vibrante y potenciadora con las patrullas, con las comunidades, con el pueblo.


Compatriotas que me leen: No perdamos de vista lo siguiente: todo cuanto hagamos desde ya tiene como horizonte, por ahora, el 2019. Más allá de las luchas y de las conquistas parciales que no debemos menospreciar nunca, el rigor con el que nos estamos calibrando tiene un fin de mayor alcance y una exigencia de más elevado vuelo en el tiempo.


Si grande es lo que deseamos, pues, grande e indeclinable tendrá que ser nuestro empeño militante, porque en el Congreso no sólo nos jugamos nuestro particular destino como partido, sino sobre todo nos jugamos el destino pleno de la Patria.


Tengamos presente, además, que la irreversibilidad del cambio de época en la América del Sur, en toda Nuestra América, está íntimamente ligada a la Revolución Bolivariana: ¡Por Venezuela y por la Patria Grande debemos vencer! Recordemos, en esta hora de confirmación revolucionaria, al gran José Martí: el secreto del éxito es dedicarse entero a un fin.


Aquí no podemos andar con medias tintas ni quebrantos morales; entereza y fidelidad suprema reclama la suerte de Venezuela: sagrado fin de nuestros desvelos.
Desde ya, como lo manifesté el pasado miércoles en el Teatro Municipal, exhorto a todas y a todos a consolidarnos y crecer en espíritu de unidad: consolidarnos en el fervor socialista nos resulta indispensable, así como fundamental es crecer en las ambiciones más puras que nos deben mover como revolucionarios.


IV
En ejercicio incuestionable de su soberanía, Venezuela ha demolido dos pasos ilegales en la frontera con Colombia. No son ningunos puentes internacionales como ha pretendido hacerle creer al mundo el Gobierno de Uribe Vélez: eran dos pasos ilegales, lo reitero, para garantizar la penetración del narcotráfico y el contrabando en nuestro territorio.


La denuncia del Gobierno colombiano no tiene ningún fundamento y se cae por su propio peso: es una provocación más de Uribe, quien no contento con despojar a Colombia de su soberanía, pretende que Venezuela no la ejerza.


Y lo más repugnante de todo esto, es la canalla mediática que aquí se levanta cual quinta columna, poniéndose como siempre al lado de los enemigos de la patria. O para decirlo mucho más exactamente: arrastrándose al servicio de los intereses imperialistas.


V
Venezuela pasó ya del centenar de preseas doradas en los XVI Juegos Bolivarianos allá en nuestra hermana Bolivia: nos hemos despegado en el primer lugar del medallero. Tenemos una amplia ventaja que, a estas alturas, ya parece inalcanzable. La Generación de Oro, esa valiente y combativa muchachada, ha vuelto a demostrar que nació para darle glorias a Venezuela.


Con el mismo orgullo patrio, quiero resaltar la extraordinaria hazaña de nuestras muchachas en el I Campeonato Panamericano de Béisbol Femenino, que se celebró en nuestra Valencia: clasificamos el día de ayer al Campeonato Mundial de Béisbol Femenino 2010 –su sede está aún por definir–, tras vencer a Cuba 14 carreras a 13 en un reñidísimo partido semifinal, que se fue a extraining. Y unas horas después, para plenarnos de felicidad colectiva, nuestras aguerridas y esforzadas heroínas se titularon en el partido final: otro juego repleto de emociones que culminó 8 a 7 frente a Puerto Rico. ¡Felicitaciones campeonas!


¡Así es como se batalla por la patria, muchachas y muchachos!
¡Venceremos!

Hugo Chávez Frías

domingo, 15 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 47

"Si quieres la paz, prepárate para la guerra"

“La paz será mi puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto me es precioso en este mundo”, escribía nuestro padre Bolívar a Santander el 23 de junio de 1820. Y precisamente porque amamos y valoramos la paz, no nos apartaremos, menos ahora cuando toda la saña criminal imperialista nos amenaza por los cuatro costados, de aquel sabio principio: “Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra”.


Quiero hacer mías las palabras de José Manuel Briceño Guerrero, esa gran conciencia venezolana y nuestroamericana, a quien se le rinde justo homenaje en la V Feria Internacional del Libro de Venezuela, cuando nos habla de la necesidad de “emprender un largo viaje hacia nosotros mismos”. El viaje que iniciamos el 27 de febrero de 1989 y que ha proseguido su curso durante estos diez años de Revolución: el más necesario de los viajes. 

sukoi
Este miércoles pasado, por ejemplo, abanderamos a los 555 atletas que nos están representando en los XVI Juegos Bolivarianos en Sucre, allá en la amada Bolivia. Estoy más que convencido de que seguirán colocando en alto y dignificando el nombre de Venezuela. Es una nueva fuerza moral, fuego sagrado, el que late en todos estos hijos e hijas de la Patria. En ellos continúa y se renueva el viaje hacia nosotros mismos.


Allá entonces la canalla apátrida que quiso hacer fiesta con una orden que yo diera el pasado domingo a los honorables soldados de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Quiero reiterarlo tal y como lo dije este viernes en el acto por la paz y contra las bases militares de Estados Unidos en suelo colombiano: estoy en la obligación de llamarlos a todos y a todas a prepararnos para defender la Patria de Bolívar y la Patria de nuestros hijos. Si no lo hiciera, estaría cometiendo un acto de alta traición con nuestra amadísima Venezuela, mas aún manejando las informaciones que manejo.


Nuestra Patria hoy es libre y la defenderemos con la vida. Venezuela nunca más volverá a ser colonia de nadie: nunca más estará de rodillas frente a invasor o imperio alguno. Y nuestra Fuerza Armada Bolivariana, el pueblo en armas como un todo, es y tiene que seguir siendo el garante por excelencia de la paz bolivariana: la paz verdadera.


En el denso y contundente artículo que lleva por título La anexión de Colombia a Estados Unidos —recomiendo su lectura y relectura— del pasado 6 de noviembre, el comandante Fidel Castro se encarga de alertarnos, con la urgencia del caso, sobre el peligro mortal que se nos viene encima. En especial dirige unas palabras, necesariamente conminatorias, a quienes ejercemos responsabilidades políticas y nos emplaza: “Los políticos de América Latina tienen ahora ante sí un delicado problema: el deber elemental de explicar sus puntos de vista sobre el documento de anexión. Comprendo que lo que ocurre en este instante decisivo de Honduras ocupe la atención de los medios de divulgación y los ministros de Relaciones Exteriores de este hemisferio, pero el gravísimo y trascendente problema que tiene lugar en Colombia no puede pasar inadvertido por los gobiernos latinoamericanos”.


Me valgo de estas palabras de Fidel para apuntar una idea: es necesario demoler la falacia uribista de que este infame acuerdo es un asunto de soberanía colombiana. ¿Un asunto de soberanía cuando todo el arsenal bélico gringo, contemplado en el mismo, responde al concepto de operaciones extraterritoriales?


¿Cómo se puede hablar con un Gobierno completamente subordinado a la estrategia global de dominación del Imperio? ¿De qué se puede hablar con un Gobierno que convierte al territorio colombiano en un gigantesco enclave militar yanqui, esto es, en la mayor amenaza contra la paz y la seguridad de la región suramericana y de toda Nuestra América?


Uribe puede ir por todas partes ofreciendo toda clase de seguridades, pero el acuerdo, de hecho, impide que Colombia pueda ofrecerle garantías de seguridad y respeto a nadie: ni siquiera a los colombianos y colombianas. No puede ofrecerlas un país que ha dejado de ser soberano y que es instrumento del “nuevo coloniaje” que avizorara nuestro Libertador.


Soberanía. He ahí una palabra que siempre debemos someter a discusión, renovarla, fortalecerla, vigorizarla en la acción y en el pensamiento: en la reflexión socializada. Se hace necesario pues, un mínimo repaso para saber de dónde nos viene esa palabra para darle su justo lugar. Sobre todo cuando su uso y su significado están en juego.


Como la gran mayoría de las categorías políticas tradicionales de la democracia representativa que heredamos de la Europa de finales del siglo XVIII, la de soberanía es herencia del pensamiento de la Ilustración y de la Revolución Francesa.


Soberanía refiere a la libertad en el ejercicio de poder que un pueblo y un gobierno tienen dentro de un territorio determinado, con una identidad histórica específica, moldeando a un Estado-Nación y su esqueleto legal. Es decir: es la libertad de un pueblo para determinar el hecho político de una nación. Es en esta última significación en la que nuestro Libertador se apoya para profundizarla en el tiempo. Y la profundiza a niveles que ni el mismo Rousseau —a quien le debemos el concepto “soberanía popular”— imaginara, porque la soberanía en el pensamiento de Bolívar alcanza el más hondo contenido popular.


Así se refiere nuestro Padre Libertador en su Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia (1826): “La Soberanía del Pueblo, única autoridad legítima de las Naciones”. Bolívar deja claro cuál es el rostro soberano de las naciones de Nuestra América.

 
Siempre es importante recordar que una cosa es lo que significa el concepto de soberanía desde una visión eurocentrista y otra radicalmente diferente desde una visión nuestroamericana: con rostro de pueblo descalzo.


Nos remitimos otra vez al pensar bolivariano: “Nadie, sino la mayoría, es soberana. Es un tirano el que se pone en lugar del pueblo; y su potestad, usurpación”.

Es a esta línea reflexiva a la que nos debemos en nuestro ejercicio como nación: como país de Nuestra América. Son ya casi once años en el esfuerzo de hacer y construir soberanía a todos los niveles. Y es aquí donde debemos recalcar que soberanía y dignidad son palabras hermanas. Lo hemos demostrado con acciones, con convicciones y con un sueño en construcción: la soberanía socialista que se constituye de abajo hacia arriba; este es el camino para erigir una soberanía construida desde el Poder Popular como núcleo.


Ahora, frente al nuevo embate imperial, viene una hora de prueba para nuestra soberanía. Hora de prueba que afrontaremos con la misma vocación pacifista que nos ha caracterizado. Pero debemos dejar claro que paz no es, y nunca será, equivalente a sumisión.


Construir soberanía socialista, de abajo hacia arriba, es y debe ser el propósito principal del proceso electoral que celebra hoy domingo el PSUV con la finalidad de elegir, desde las bases, a los delegados al Congreso Extraordinario que se realizará a finales de año. A un total de 2 millones 450 mil 377 militantes, inscritos en nuestras patrullas, les corresponde el honor histórico de consolidar al partido como una poderosa estructura de masas en movimiento consciente, acelerando el parto de la nueva historia. Un partido que sea capaz de generar una multitud de nuevos cuadros políticos dentro de la masa popular. Un partido que se ponga a la vanguardia en la construcción del socialismo.


¡¡ Patrulleros y patrulleras: a la batalla!!
¡Vamos rumbo al nosotros mismos!
Para terminar estas líneas, parafraseando a Bolívar, os digo: la paz es nuestro puerto, la paz será nuestra gloria.
¡¡Venceremos!!


Hugo Chávez Frías

domingo, 8 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 46

 

¡Maisanta, que son bastantes!

Hoy es domingo 8 de noviembre y se cumplen ochenta y cinco años de la muerte en prisión del general Pedro Pérez Delgado, a quien los pueblos de la inmensa sabana llamaron “El último hombre a caballo”. Por allí se me van los recuerdos en estas líneas de hoy. Pero los recuerdos se entrelazan con la historia real, la historia viva, la que palpita en el corazón de la tierra Patria. Hoy, casi medio siglo después, recuerdo haberlo oído clarito, mientras jugábamos en el patio trasero que daba con la selva por donde cruzaba un camino bordeado de grandes matas de mango y por el cual se podía llegar, allá a lo lejos, a la carretera negra. Era aquella la casa grande de la bisabuela Marta, allá en las riberas del Caño e´ Raya, donde comienzan las antiguas selvas de Mijagual que se entregan luego en brazos del impetuoso Río Apure. Sí. Lo oímos clarito. Éramos un grupo de niños de entre 6 y 10 años, Adrián, Guillermo, Chiche, Adán, Nacho… Y yo que era de los más pequeños, con el cabello amarillo y hecho todo un amasijo de chicharrones, por lo que todos me decían “bachaco”. En verdad era un bachaquito más, en medio de aquellos campos llaneros donde se mezclaron todas las razas; la india, la blanca, la negra, todas. 


Lo oímos clarito y salió de la cocina donde hacían la comida, tomaban café y conversaban hombres y mujeres de la familia, entre ellos mi padre y mi madre. Fue como un rayo. “Ese era un asesino” dijo alguien. Hablaban de Pedro, el abuelo de Elena, mi madre. Pedro Pérez o Maisanta. Pedro Pérez Delgado, pues.

o2
Me traje por muchos años aquella especie de condena, “ese era un asesino”, y nunca supe por qué, pero siempre la sentía como un peso grande sobre mis hombros, como una espina clavada en mi corazón de niño.


Me aliviaba mucho oírle a mi padrino Eligio Piña sus cuentos de cosas viejas. Así los llamaba él, desde su inolvidable silleta en la esquina de la calle “El Llanero”. Mi padrino contaba de un guerrero que vivió en Sabaneta, allí mismo a pocas cuadras de la “Madre Vieja”. Que montaba un caballo negro llamado “Bala” y que sobre su lomo se fue, por los rumbos del Apure, con un fusil al hombro, alzado contra Gómez, el General que mandaba en Caracas. Le decían Maisanta o el Americano. Un día me dijo, mientras yo me iba apurado a seguir vendiendo arañas hacia la Calle Real: “Epa bachaquito, tú llevas la sangre de Maisanta por dentro. Tu mamá es hija de Rafael Infante, uno de los hijos del Guerrero del Caballo Negro. ¡Ese era un revolucionario!”.


Salí como disparado por la Calle Real y cuando le pregunté a la mamá Rosa si sería un asesino o sería un guerrero revolucionario, la abuela me dijo que se oían muchas cosas, muchos cuentos y que al final no se sabía la verdad.


Pues bien, han pasado casi cincuenta años y la vida me permitió conseguir la verdad:


¡Ese era un guerrero revolucionario!
Y hoy podemos decir con Fidel: ¡Maisanta, la historia te absolverá!


_____________________ 0 ___________________


Hombre, mujer, joven, niño, niña, compatriota que me lees. Quiero invitarte, reflexivo como estoy ahora mismo, bajo esta fuerte lluvia que cae esta tarde en la que escribo, a colocarnos en la perspectiva del tiempo. Con ello estoy recordando a Meszáros y su obra “El desafío y la carga del tiempo histórico”.


El desafío que hoy tenemos frente a nosotros es realmente grande, para decirlo a lo Meszáros, pues se trata de lograr la articulación, desde lo teórico pero sobre todo en lo práctico concreto de la vida del pueblo como colectivo conformado por hombres y mujeres individuales, entre “el tiempo limitado de los individuos y el tiempo radicalmente ilimitado de la humanidad”.


En verdad está comprobado mil veces: el individuo o grupo de individuos poseídos por la llamada lógica del capital, son incapaces de elevarse sobre la perspectiva del corto plazo y por sobre la visión egoísta que coloca al yo y al ahora por sobre el nosotros y el futuro en construcción.


Sólo la conciencia (y la conciencia, como lo dice Víctor Hugo “es el acumulado de ciencia que tenemos en nosotros mismos”), libera al ser humano de la tiranía del “tiempo sin futuro”.


Puede decirse algo más: Hay una fuerza tan poderosa como la conciencia y esa es el amor. Para decirlo con Cristo, cuando ama al prójimo como a sí mismo, entonces el ser humano es capaz de empinarse por sobre las miserias del egoísmo y las cadenas del cortoplacismo.


Hoy, ya entrado el mes de noviembre de 2009, preciso es tener conciencia de que estamos llegando a la mera mitad de este período constitucional de gobierno.
Dentro de apenas un mes se cumplirán tres años de aquella resonante victoria en las elecciones presidenciales de 2006. Y en enero de 2010 se iniciará entonces la segunda mitad del período. Los años 2010, 2011 y 2012 serán de una poderosa ofensiva que nos permitirá continuar solucionando los numerosos problemas que aún aquejan a Venezuela.


Serán tres años de dura batalla, para continuar elevando el nivel de vida de todo el pueblo, satisfaciendo sus más sentidas necesidades.


Ello sólo será posible, en verdad os vuelvo a repetirlo, por el camino del Socialismo.
En esa perspectiva del tiempo histórico y su desafío, este tu gobierno, nuestro gobierno, seguirá desplegado junto a ustedes, al calor del alma popular, con el combustible inigualable del amor del pueblo, enfrentando todas las tareas y dificultades que se atreviesen en el camino.


Y es que la revolución socialista tiene como fin esencial precisamente ese, el de darle a todos y todas la mayor suma de felicidad posible, para decirlo con Bolívar.
Hoy domingo, por ejemplo, estaremos en Portuguesa, entregando un importante número de viviendas al pueblo de aquel Estado llanero. Forman parte de un gran lote de más de 80.000 nuevas viviendas que actualmente está construyendo la revolución.


¡Viviendas dignas para nuestro pueblo!


Espaciosos apartamentos de 70 mts. cuadrados, de 80 mts. cuadrados, con todos los servicios y un muy humano urbanismo, y cuyo precio no supera los 180 mil Bsf, menos de la mitad de lo que cobra el mercado capitalista. Además, el gobierno subsidia parte de ese precio, cobra tasas de interés del 4,5 %, a 30 años de plazo…
¡Ah, que le entregaron vivienda a mis vecinos y a mí todavía no… la respuesta está allí en la conciencia y en el desafío que enfrentamos como la carga de nuestro tiempo histórico!


Y la respuesta la tiene también el gobierno, con la aceleración de los programas de vivienda y el incremento de la eficiencia y la calidad revolucionaria.


¡¡Maisanta, que son bastantes!!


¡Maisanta, que venceremos!

domingo, 1 de noviembre de 2009

Las líneas de Chávez No. 45

"Nuestra Independencia el Satélite y la Soya"

Decimos hoy una vez más con nuestro Comandante Infinito: "A la luz de la verdad y del tiempo nada se esconde, el mérito brilla y la maldad se descubre".


Hace un año ya que el nombre de Simón Bolívar orbita sobre nuestro espacio, vigilante y tributario de los grandes e innumerables beneficios que nuestros pueblos ya disfrutan en aras de la independencia tecnológica y fortaleciendo la unidad nuestra americana.


Qué mentiras no ha lanzado la canalla mediática antes y para el momento del lanzamiento del Venesat-1 aquel 29 de octubre de 2008. Cuánta porquería no sigue saliendo hoy de esos albañales mal llamados medios de comunicación: "El satélite nunca llegó a despegar de territorio chino porque lo que se vio por televisión fueron imágenes virtuales", "Está apagado", "Cayó a tierra". Estas y otras especies fueron y siguen siendo lanzadas con el ánimo criminal de generar aquello que Hobbs y Phillips en ese excelente trabajo titulado Censored 2010, denominan "hiperrealismo mediático", esto es, incapacidad para distinguir lo real de lo que no lo es.

satelite-simon-bolivar
Lo único cierto, verdadero, "en serio y en real", como decía el maestro García Bacca, es que a un año del lanzamiento y gracias a la ayuda del pueblo de Mao, estamos comenzando a caminar con nuestros propios pies: se han instalado mil 549 antenas, de las cuales mil 220 están en el sector educativo para materializar programas de formación a distancia. Además 193 infocentros cuentan con la conexión satelital, con servicios de calidad y totalmente gratis para nuestro pueblo.


Hay que decirlo, debemos repetirlo: ¡¡Esto sólo es posible en Socialismo!! Gracias al Satélite Simón Bolívar hemos logrado traspasar las fronteras como consecuencia de la ejecución de un proyecto con la República Federativa del Brasil para conectar las zonas limítrofes e incluir, muy en especial, a las comunidades indígenas, por siglos aisladas.


Y gracias al Satélite Simón Bolívar nos hemos informado, en tiempo real, de la decisión tomada por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño de dar su visto bueno al protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur, tres años después de la aprobación por parte de los Presidentes de cada uno de los países que conforman este gran bloque regional.


Es una gran victoria para la unidad nuestra americana, la que hemos celebrado con Lula este viernes visitando el Centro de Formación Agrario Socialista "Abreu e Lima", en la Mesa de Guanipa, estado Anzoátegui: vamos a producir 70 mil toneladas de soya, una vez completadas las tres fases del proyecto en 2011, lo que permitirá la transformación del producto en carne, aceites, leche, así como alimentos para el consumo animal. Pero no sólo eso: Venezuela va a ser, en un mediano plazo, un país exportador de soya.


Hay que decirlo: ¡Esto es sólo posible en una Venezuela que echó abajo las cadenas de la dependencia capital- imperialista! Es a esto a lo que le tienen miedo en el Norte, lo que aterra a los capitalistas: el hecho innegable de que nos estamos convirtiendo en un paradigma que bien puede extenderse a los mismísimos Estados Unidos. Razón tienen entonces Hobbs y Phillips cuando lanzan una pregunta que bien pudieran estar haciéndose ya muchos estadounidenses: "Si un país como Venezuela puede ofrecer al pueblo programas y servicios de cierta calidad, ¿por qué no puede hacerlo Estados Unidos, dada su mayor capacidad de recursos, y repetir el éxito aquí?"


II
"Las lecciones de la Historia los ejemplos del Viejo y el Nuevo Mundo, la experiencia de veinte años de revolución han de serviros, como otros tantos fanales colocados en medio de las tinieblas de lo futuro", nos dice Bolívar en su Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia (la Grande) el 20 de enero, a once meses del diciembre de su muerte, en 1830.


Mensaje más que pertinente hoy por hoy, ante el irreflexivo y cuestionable comportamiento del Gobierno colombiano tras la detención de dos agentes del DAS acusados de estar en labores de espionaje en Maracaibo.


Igual que ciego e irreflexivo ha sido el papel del mismo sector de siempre, de los medios de comunicación privados: siguen fortaleciendo la misma espuria matriz y pretenden hacer ver a Venezuela como la responsable del conflicto histórico colombiano. Sencillamente, la ceguera política no les da para ver qué es lo mejor para la Patria y para la América del Sur. Han quedado, una vez más, en evidencia.


Más aún si nos atenemos a las investigaciones que adelanta el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia.


En este pequeño espacio impreso debemos dejar claras dos cosas: primero, que el pueblo y el Gobierno venezolano han sido de abierta y declarada vocación pacifista --la misma vocación de la inmensa mayoría del pueblo colombiano, y segundo, que la matriz que buscan erigir en contra de Venezuela no resiste un análisis serio.


Peligrosa pamplina la de un muy específico y poderoso sector mediático y político: peligrosa pamplina la de los más recientes discursos del DAS. Peligrosa y patética la matriz que sostiene la plataforma mediática y que refleja una pauta común: allanar el camino para la criminalización de Venezuela al estilo yanqui. Con variaciones, es la misma criminalización que contra Irak, contra Irán, contra Afganistán, contra Corea del Norte, contra Cuba, contra Bolivia, contra Ecuador: un eje del mal hecho a la medida de los Estados Unidos.


El avieso espíritu de las ficciones legales de Santander es el mismo de las actuales tesis mediáticas, si es que fuera posible llamar tesis a un puñado de acusaciones irresponsables que revientan, como caja de resonancia, en los medios privados, con el fin de que éstos confeccionen la noticia de acuerdo a su mínima clientela: el minúsculo grupo de potentados pitiyanquis.


Muy a pesar de quienes pretenden dividir a Colombia y Venezuela, nuestra geografía espiritual y la historia común de nuestros pueblos están allí como una fuerza viva.

Fueron Colombia y Venezuela las grandes protagonistas de la Independencia fundacional; lo serán, también, de la Independencia definitiva: he allí el único destino manifiesto que admiten Colombia y Venezuela. Y Ecuador, ¡Colombia la Grande! Lo sé yo, lo sabes tú, compatriota: detrás de un grupo de gente con mucho poder que le tiene secuestrada la vida a Colombia, existe un pueblo, el mismo nuestro, que sí conoce las consecuencias de un conflicto demencial y fratricida.

Ambos pueblos hacen suya, hoy más que nunca, esta premisa de nuestro Padre Libertador: "Yo sé que cada República americana tiene pendiente su suerte del bien de las demás y que el que sirve a una sirve a muchas".


Y aquel su postrer aliento: "Mis últimos votos son por la felicidad de la patria..." ¡Viva Bolívar! ¡¡Venceremos!!

Hugo Chávez

lunes, 26 de octubre de 2009

EL ABORTO, DESDE UN PUNTO DE VISTA ÉTICO.

INTRODUCCIÓN

El aborto constituye un importante problema moral de nuestros días. La relajación de las leyes contra el mismo, en muchos países, y la propaganda en favor de más relajación lo han puesto a la orden del día. Necesitamos distinguir cuidadosamente entre la moralidad del aborto mismo y la supuesta moralidad de su legalización, a la que nos referiremos más adelante. el-aborto

El aborto se define como la expulsión de un feto de su matriz antes de que sea viable, esto es, antes de que pueda vivir fuera de la madre. No es el alumbramiento prematuro de un feto viable. El acelerar el nacimiento no es un acto malo si el niño puede mantenerse vivo, pero presenta un riesgo tan grave, con todo, que se requieren razones de mucho peso para autorizarlo. Podrá justificarse acaso por el principio del doble efecto, siendo las razones proporcionadas el peligro para la salud de la madre, del niño o de ambos, si se permite que la gestación llegue a su término natural.

El aborto espontáneo no es culpa de nadie. De lo que aquí tratamos es del aborto inducido, que es provocado voluntariamente. Si se persigue la muerte del niño como fin o como medio, se trata de un matar directo y no de una simple exposición del niño a peligro, porque mediante dicho acto se lo saca del único lugar en donde puede vivir y se le pone en un lugar en donde no puede vivir; no hay manera más eficaz de matar a una persona que ésta. Nadie puede pretender seriamente que el niño muere de causas naturales después que ha nacido, porque no se le ha permitido nacer apropiadamente. Todo matar consiste en contrariar la naturaleza de tal modo que una persona muera de ello.

El principio del doble efecto no tiene aplicación en los casos de aborto directo. El acto mismo es directamente destructor del feto, y el efecto malo esto es, la muerte del feto, no es solamente un efecto lateral permitido, sino que es el medio utilizado para la realización de cualquier efecto bueno que pueda resultar para la madre. Puesto que las dos primeras condiciones del principio del doble efecto no se verifican, no importa que haya o no una buena intención y una proporción suficiente. Resulta inútil, por consiguiente, intentar una justificación moral cualquiera del aborto directo sobre la base del principio del doble efecto. Cualquiera justificación, de ser posible, necesitaría basarse en otros principios.

La situación es distinta si la muerte del niño nonato es solamente indirecta, de modo que sólo sea permitida y no querida como un medio o como un fin. La situación del aborto indirecto se produce cuando la madre ha contraído alguna enfermedad grave (el embarazo mismo no constituye una enfermedad, sino un estado natural) y el único tratamiento viable, ya sea médico o quirúrgico, habrá de tener dos efectos, esto es: la cura de la enfermedad de la madre y la muerte del niño. Este es el tipo de caso al que sí puede aplicarse el principio del doble efecto. En efecto, el niño no es atacado directamente y su muerte, aunque deba seguir sin lugar a dudas, constituye un efecto secundario incidental inevitable de la ejecución de un acto legítimo. La madre misma necesita el tratamiento, sea cual sea el efecto que pueda tener sobre el niño, y la muerte del niño no es un medio empleado para curarla. Aquella tiene el derecho de someterse al tratamiento y está autorizada moralmente para hacerlo. El médico tiene la responsabilidad de decidir si el estado de la madre es realmente patológico y si el tratamiento considerado constituye o no el único remedio eficaz.

Resumiendo las distinciones necesarias para la comprensión de los argumentos, diremos: el aborto puede ser espontáneo, en lo que no hay culpa de nadie, o inducido, esto es, producido voluntariamente. El aborto inducido puede ser indirecto, esto es, la consecuencia prevista pero no querida de hacer alguna otra cosa, o directo, esto es, la expulsión del feto, perseguida como un fin o como un medio. El aborto directo se designa como terapéutico, si el propósito es salvar la vida o la salud de la madre, o como criminal, si el propósito es algo distinto, no aceptado por las leyes. Las dos primeras distinciones son importantes para el moralista por cuanto separan el acto involuntario del voluntario, y el indirectamente voluntario del directamente voluntario. Esta última distinción de la ley civil presenta poco interés para el moralista.

 

ARGUMENTOS DE QUIENES ESTÁN EN FAVOR DEL ABORTO

No todos los argumentos que siguen, en favor del aborto, lo consideran desde el mismo punto de vista, sino que algunos favorecen el aborto en caso de demanda, en tanto que otros sólo lo permitirían en condiciones muy estrictas.

1. Hablar del aborto como un asesinato es absurdo, porque el feto humano no es un ser humano. En efecto, o es parte de la madre, susceptible de ser tratado como cualquier otro apéndice, o es un ser vivo separado, dentro de la madre, pero que no ha llegado todavía a la condición humana. En el primer caso se lo puede eliminar del cuerpo de la madre como una excrecencia indeseable. En el segundo caso, se lo puede sacar de un medio exactamente por la misma razón por la que matamos animales u otras formas de vida subhumanas.

2. El que el feto sea o no un ser humano, esto es una cuestión que nadie puede decidir, puesto que no puede darse prueba experimental alguna del momento en que recibe un alma humana. Muchos modernos dicen que es en el momento de la concepción, pero una teoría antigua y medieval honorable decía que unas semanas más tarde. Puesto que no puede darse certidumbre alguna al respecto, hemos de recurrir a las probabilidades. Podemos actuar, por consiguiente, con fundamento en la probabilidad de que el feto no es un humano y terminar, por una buena razón, el embarazo.

3. Incluso si el feto, debido a la continuidad biológica y a la herencia cromosomática, se considera no meramente como un ser humano potencial, sino actual, aun así no se ha convertido todavía en persona humana. Y únicamente la persona tiene derechos, incluidos el de la vida. Puesto que el feto no posee, por consiguiente, el derecho de la vida, puede ponerse fin a su vida, por una buena razón, sin violación alguna de la buena moral.

4. Incluso si al feto se le reconoce el derecho a la vida, es el caso, con todo, que en una colisión de derechos los del feto han de ceder ante los de la madre. Desde cualquier punto de vista, los derechos de la madre tienen preferencia sobre los del feto. En efecto, ella es una persona adulta, que ejerce su inteligencia y controla libremente su vida, con posibilidades y contraídas para con su familia y los demás. Para el feto, en cambio, todo esto es futuro. Vive exiguamente, es inconsciente y es totalmente dependiente. La madre puede vivir sin él, pero el no puede vivir sin la madre.

5. En algunos casos, el niño puede considerarse como un agresor injusto sobre la salud física o mental de la madre. El peligro para la salud física de la madre, en determinados embarazos, es la razón de que la mayoría de los estados permitan el aborto terapéutico. Pero es el caso que la salud mental es exactamente tan importante como la salud física. Convertir el resto de la vida de la madre en una tortura intolerable al trastorno psíquico constituye un precio demasiado elevado en su caso. A la madre le está moralmente permitido defenderse contra semejante perspectiva, y podrá ocurrir que la única defensa consiste en la eliminación de la causa.

6. Al menos en aquellos casos, ahora afortunadamente raros, en los que madre y niño morían con toda seguridad a menos que se abortara al niño, únicamente un legalismo ignorante podría obligar al tocólogo a dejar morir a ambos en lugar de salvar a uno.

Ninguna distinción sutil entre actos directos e indirectos, efectos principales e incidentales, consecuencias deseadas y permitidas, y otras reglas por el estilo deberían adorarse como fetiches mientras está en juego una vida. La necesidad no conoce la ley.

7. No debería existir niño no deseado alguno. En efecto, el niño necesita cariño, y no puede vivir una vida normal sin él. El niño no deseado es un niño no querido. Algunos padres podrán aprender acaso a quererle más adelante, pero incluso el niño podrá descubrir el sentimiento forzado detrás del despliegue afectado de cariño. En muchos casos, no se da ni siquiera esta afectación, y el niño crece rechazando y resentido, para descargar más adelante su despecho contra su propia sociedad o contra la humanidad entera. Semejantes monstruos no deberían llevarse al mundo.

8. ¿Por qué debería estar una mujer obligada a pagar por una indiscreción con muchos años de sacrificio, criando a un niño no deseado, especialmente si el padre puede desaparecer sin dejar rastro? ¿Por qué debería una mujer casada verse estigmatizada y ver arruinada su vida, si su marido podría hacer lo mismo que ella ha hecho, sin ser descubierto? El prejuicio contra el aborto lo han hecho los hombres y debería ser eliminado por las mujeres.

 Salud___Rio_Colorado___No_al_aborto9. La población debe controlarse. Esta necesidad es tan urgente, que algunos derechos individuales habrán probablemente de sacrificarse para el bien mayor, esto es, la supervivencia misma de la raza humana. La contracepción y la esterilización constituirían mejores métodos que el aborto, pero los seres humanos son demasiado irresponsables e incontrolables para eliminar por completo la necesidad del aborto. Más bien que prohibir el aborto, deberíamos fomentarlo, y deberíamos alegrarnos de que se practicara voluntariamente, difiriendo así el momento en que nos veremos en el caso de hacerlo obligatorio. Hemos llegado así al punto de la ética global, en que los problemas menores son rebasados.

 

ARGUMENTOS EN CONTRA DEL ABORTO

Los adversarios del aborto consideran que estos argumentos no convencen, especialmente por cuanto no se preocupan por los intereses del niño. Responden:

1. Todas las pruebas biológicas confirman el hecho de que el feto humano es sencillamente humano. El huevo fecundado tiene el patrón de los cromosomas humanos, que contiene todos los factores hereditarios, y no puede desarrollarse como algo que no sea un ser humano. Además, los biólogos atestiguan unánimemente que la vida fetal es distinta de la vida de la madre, pese a que los dos estén unidos durante el período de gestación. Así, pues, toda analogía con la extirpación quirúrgica de tumores o con la muerte de animales es inaplicable al caso del aborto.

2. Aristóteles* creía que el embrión no se hace humano después de la concepción, y tal vez sea por esto que no viera mal alguno en el aborto temprano. Santo Tomas aceptó la opinión de Aristóteles como una teoría física probable, pero no sacaba de ella conclusión

ética alguna. No sabemos ni sabremos probablemente nunca el momento exacto en que el alma humana entra en el cuerpo para convertirlo en un ser humano, y es por esto que, para todos los fines prácticos, debemos considerarlo como humano desde el momento de la concepción. No debemos servirnos aquí del probabilismo, porque no hay duda alguna acerca de una ley o una obligación, sino solamente acerca de una cuestión de hecho. De igual modo que no enterremos a un individuo si sólo está probablemente muerto, así tampoco podemos matar un feto si sólo es probablemente no humano. En semejantes cuestiones debe seguirse el curso moralmente más seguro que es el tratar al embrión como un ser humano vivo.

3. Si pudiéramos demostrar que el feto, aunque humano en algún sentido, no es todavía una persona, no tendría derecho alguno de vivir y podría ser matado como un animal. Pero ¿qué criterio habremos de adoptar con relación a la personalidad? Si adoptamos para ello el empleo real de la inteligencia y la libertad, podríamos matar a los niños durante algunos años después del nacimiento. El que el niño esté dentro o fuera de la madre no es más que una diferencia física y local que difícilmente puede constituir la esencia de la personalidad. La única forma de tratar esta cuestión consiste en considerar el embrión o feto humano como una persona humana con todos los derechos, incluido el de la vida, que acompañan la personalidad. En esta manera de ver, el niño no es una persona en potencia, sino una persona actual, aunque el pleno uso de su personalidad deba esperar a que alcance gradualmente su plena madurez.

4. Todos los seres humanos son iguales en cuanto a su derecho a la vida, y la edad no confiere prioridad alguna. Si sólo se trata de permitir indirectamente la muerte de uno u otro, debería escogerse a aquel que tiene la mejor probabilidad de sobrevivir. Pero una colisión de derechos no puede decidirse, con todo, dando muerte a una persona inocente, que no ha hecho más que perder su derecho a la vida. En tal caso, el derecho de cada uno, cede al deber de cada uno, y ni uno ni otro han de matarse. La madre no puede matar a ninguno de sus hijos nacidos para descargarse de sus diversas responsabilidades; ¿por qué, pues, debería poder hacerlo con el nonato?

5. Parece absurdo considerar a un niño nonato como un agresor contra sus padres, quienes por su propio acto voluntario causaron su presencia en a matriz materna. La agresión no consiste en estar simplemente presente, sino en hacer algo. Debe haber para ello un verdadero ataque. Si el embarazo no se desarrolla normalmente, esto es uno de aquellos accidentes que no son culpa de nadie, y con seguridad no más del niño que de los padres. El punto de vista de la salud mental es distinto. Aquí, en efecto, la madre es la que necesita tratamiento, y el matar al niño no constituye una solución moral, como no la constituiría matar a los perseguidores imaginarios como remedio para la paranoia.

6. Ningún moralista desea que los médicos sean remisos en su deber profesional de salvar vidas humanas. Han de servirse de todos los medios legítimos, pero no deben recurrir a medios que son moralmente malos. Los médicos no tienen más derecho que otra persona cualquiera para dar la muerte a seres inocentes. El hecho de que el niño nonato no pueda defenderse a sí mismo no significa que su derecho pude ser violado a voluntad de cualquiera. La protección del derecho del niño a la vida no es legalismo, sino el empleo correcto de la ley. El que la necesidad no reconozca ley podrá constituir un proverbio popular, pero no posee fuerza alguna como guía moral, ya que siempre cabría inventar alguna forma de necesidad para justificar lo que fuera.

7. todo el mundo reconoce la importancia del cariño en la vida del niño, pero ¿diremos acaso que, si el niño no es querido, lo que habrá que hacer es matarlo? Pongamos más bien la culpa del hecho de que el niño no sea deseado sobre aquellos a quienes corresponde, esto es, a aquellos que lo concibieron. En efecto, al hacer lo que hicieron, se expusieron al riesgo de la concepción y son responsables del resultado. Tanto si pueden aprender como no a experimentar cariño emocional hacia el niño, tiene la obligación de cuidar de él y de mostrarle todo el cariño que puedan. Incluso un niño no querido preferiría vivir a ser matado. ¿Quién tiene el derecho de adoptar aquí la decisión por él antes de que nazca?

8. La palabra indiscreción constituye un eufemismo para disimular una falta moral cometida, voluntaria por ambas partes, excepto en el caso de violación. El que las mujeres sean responsables de lo que hacen no constituye en modo alguno una invención masculina, como no lo constituye una estructura biológica que hace que sea la mujer quien dé a luz al niño. El que un hombre pueda ser lo bastante cobarde para abandonar a la mujer de la que ha abusado, esto constituye el crimen moral del hombre. El aborto es la forma más difícil que tiene la mujer para buscar igualdad en la iniquidad. Un segundo mal no es el medio de corregir el primero.

9. Todos nosotros estamos percatados del problema de la población y sabemos que debe hacerse algo al respecto. Pero, cualquiera que sea la solución a la que lleguemos, si se llega a alguna, habrá de concordar con la moralidad. El aborto generalizado no constituye la respuesta. El aborto obligatorio constituye una violación tan flagrante de los derechos humanos, que cualquier pueblo tendría el derecho de oponérsele con la violencia. Necesitamos una ética global, pero si ésta consiste en la inmoralidad global, entonces no queda ética alguna.

 

CONCLUSIÓN

En síntesis lo que resulta de esta disquisición es que no existe justificación moral alguna para el aborto directo, ni siquiera en su variedad terapéutica. En efecto, el hombre no tiene derecho alguno de proceder a la muerte directa de los inocentes y, si hay siquiera inocente alguno, éste es indudablemente el niño nonato. La única forma de defensa que les queda aquellos que siguen queriendo sostener la moralidad del aborto, está en establecer de algún modo que el feto no es una persona humana y no tiene, por consiguiente, derecho a la vida, o demostrar que el feto es realmente un agresor inconsciente contra la madre y pierde, en esta forma, su derecho a la vida. Hasta el presente esto no se ha conseguido, pero no hay razón alguna, en cuya virtud de pensadores no debiera seguir estudiando el caso.

Otra interrogante se plantea en relación con el control del aborto por la ley civil. Según veremos más adelante, no compete al estado regular la vida privada entera de los ciudadanos. Muchas prácticas inmorales han de tolerarse, especialmente en una sociedad pluralística, en la que se le da a la conciencia individual tanta rienda suelta como es compatible con el bien público. Es el caso, sin embargo, que el aborto interesa a alguien otro aparte de la madre, el padre y el médico. La conspiración de esto para ejecutar al niño podrá constituir una cuestión privada suya, pero corresponde al estado salir en defensa de la víctima inocente. Las corrientes actuales para liberalizar e incluso abolir las leyes relativas al aborto pasan totalmente por alto al derecho a la vida de un niño nonato existente, cualesquiera que sean las circunstancias bajo las cuales la vida empezó, así como su derecho a la protección por parte del estado contra aquellos que quisieran destruir su vida. Sin embargo, es aquí donde una parte importante de la población está convencida de lo contrario y cree que el niño nonato no es todavía una persona humana con derecho a la vida, y cabe preguntarse pues, si el estado no debería intervenir por medio de la ley pública, o si, por el contrario, debería confiar la vida del niño a la conciencia de los padres. Prácticamente, esto último es lo que el estado debe hacer de todos modos, puesto que no puede controlar el aborto ilegal. Por otra parte, la legalización podría considerarse como autorización y estimular así la matanza de los inocentes.